Un asesino serial se define como una persona que comete una serie de tres o más asesinatos, generalmente en eventos separados por un período de tiempo, teniendo como motivación principal no solo la ganancia personal, sino también ciertas gratificaciones psicológicas.
La característica distintiva de estos criminales radica en el período de enfriamiento entre cada crimen, que puede variar desde días hasta años. Este comportamiento está asociado con patrones psicológicos específicos, como la búsqueda de poder, el control sobre las víctimas o la satisfacción de necesidades psicopáticas. Los asesinos seriales suelen seguir un modus operandi particular y muchas veces eligen a sus víctimas según criterios específicos, lo que a veces ayuda a las autoridades en su identificación y captura.
El término “asesino serial” fue acuñado por primera vez por el agente especial del FBI Robert Ressler en la década de 1970. Ressler, que estaba a cargo de la Unidad de Ciencias del Comportamiento del FBI, utilizó este término para describir a individuos que cometían múltiples asesinatos con un patrón de comportamiento psicológico específico. Su trabajo no solo ayudó a definir este tipo de criminal sino que también contribuyó significativamente a la comprensión y perfilación de asesinos seriales para su captura y condena.
En México, distinguir un asesino serial puede ser complejo por el contexto de violencia en el que vivimos, pero tomando en cuenta las características que la definición de “asesino serial” implican, varios criminales han coincidido con la descripción, dejando a su paso mucho daño y mucho dolor para las familias de sus víctimas
Asesinos Seriales en México
1.- Las Poquianchis
Las hermanas, Delfina, María de Jesús (conocida como “Eva”), Carmen y Luisa González Valenzuela, mejor conocidas como “Las Poquianchis” fueron unas mujeres originarias de Guanajuato que cometieron una serie de crímenes en la década de 1945-1964, cuando dirigían un negocio de prostitución en el que explotaban a jóvenes y mujeres a través de engaños, prometiéndoles trabajo como empleadas domésticas o camareras.
Las víctimas eran sometidas a condiciones inhumanas, obligadas a prostituirse y, en muchos casos, asesinadas por diversas razones, incluyendo intentos de escape, enfermedades o incluso por poco rendimiento en el trabajo al que fueron forzadas. El número exacto de víctimas es difícil de determinar, pero se estima que podría oscilar entre 80 y 150 mujeres y niñas.
Su caso salió a la luz en enero de 1964, cuando las autoridades mexicanas investigaron la desaparición de varias jóvenes y descubrieron múltiples cuerpos enterrados en las propiedades de las hermanas. Las Poquianchis fueron arrestadas y juzgadas, convirtiéndose en uno de los casos criminales más notorios de México.
2.- El Estrangulador de Tacuba
Gregorio “Goyo” Cárdenas Hernández fue un criminal mexicano en la década de 1940. Conocido como “El Estrangulador de Tacuba”, contaba con un alto coeficiente intelectual a pesar de haber padecido encefalitis de niño; al momento de cometer sus crímenes era estudiante de química en la Universidad Nacional Autónoma de México
Cárdenas Hernández llevaba a las víctimas su casa, ubicada muy cerca de la calzada México-Tacuba, donde las estrangulaba y posteriormente enterraba sus cuerpos en el jardín de su domicilio. Su captura se produjo después de que vecinos reportaran olores fétidos provenientes de su propiedad, lo que llevó a la policía a descubrir los cuerpos de las mujeres asesinadas.
Tras su arresto, fue juzgado y condenado a prisión, donde se dedicó a estudiar derecho. Al salir de la penitenciaria, fue invitado a la Cámara de Diputados donde lo presentaron como un ejemplo “de un criminal rehabilitado y poder incorporarse a la sociedad”.
3.- El Caníbal de la Guerrero
José Luis Calva Zepeda, conocido como “El Caníbal de la Guerrero”, fue un asesino y presunto caníbal mexicano. Se le relacionó con la muerte de varias mujeres en la Ciudad de México, particularmente la popular Colonia Guerrero.
Calva Zepeda ganó notoriedad en 2007 cuando la policía, al investigar la desaparición de su novia, descubrió restos humanos en su apartamento, algunos de los cuales estaban siendo cocinados. Encontraron evidencia de que practicaba el canibalismo. Calva Zepeda se suicidó en su celda antes de ser juzgado.
4.- La Mataviejitas
Juana Barraza, conocida como “La Mataviejitas”, es una asesina en serie condenada a 759 años en prisión por el asesinato de al menos 11 mujeres de la tercera edad en la Ciudad de México. Su modus operandi consistía en ganarse la confianza de las mujeres para luego estrangularlas.
Fue arrestada en enero de 2006. La captura de Barraza marcó el fin de una búsqueda policial que duró varios años, ya que los asesinatos iniciaron en la década de los 90. Sus crímenes generaron una gran conmoción en la sociedad mexicana y pusieron en evidencia las deficiencias en los procedimientos de investigación policial.
5.- El Sádico
Raúl Osiel Marroquín Reyes, conocido como “El Sádico” o “El Asesino del Arcoíris” es un ex Sargento del Ejército Mexicano originario de Tamaulipas, es el responsable de al menos seis secuestros y de cuatro asesinatos a personas de la comunidad LGBTIQ+.
Matar homosexuales lo consideró “una especie de favor” a los habitantes del entonces Distrito Federal, ya que consideraba hacia un bien a la sociedad. Actualmente se encuentra en la Penitenciaria Varonil de Santa Martha Acatitla.