El impacto de “El Chavo del 8″ en Latinoamérica fue extraordinario y perdurable a lo largo de las décadas. Este programa de comedia creado por Roberto Gómez Bolaños, conocido como Chespirito, ha dejado una huella indeleble en la cultura popular, ya sea por su humor, valores, identificación de personajes al igual que su influencia en el personaje.
Además de Latinoamérica, el Chavo del 8 fue doblado a varios idiomas, lo que ha contribuido a su popularidad internacional. Aunque el programa es más conocido por su versión en español, se ha traducido a idiomas como inglés, portugués, francés, italiano, alemán, japonés y hasta ruso.
Muestra de ello, la creadora de contenido Ale Ivanova se viralizó al demostrar que algunas partes de Rusia son fans del Chavo del 8, por lo que enseñó a sus seguidores cómo decir en ruso las frases populares del personaje.
“Es que no me tienen paciencia”; “Fue sin querer queriendo”; “Bueno, pero no se enoje”, fueron las frases del famoso personaje que dobló al ruso la guapa influencer, Ale Ivanova.
El Chavo del 8 se tradujo en 68 idiomas
El 20 de junio de 1971, la televisión mexicana dio la bienvenida a un personaje que se convertiría en un símbolo cultural de México y más allá: El Chavo del Ocho. Con su gorro característico y su inocencia pícara, este niño de la vecindad se ganó el afecto de millones de espectadores, convirtiéndose en un fenómeno televisivo que trascendió fronteras y generaciones.
Desde su debut, El Chavo del Ocho no solo cautivó al público mexicano, sino que también conquistó corazones en más de 50 países alrededor del mundo. Desde China hasta Angola, pasando por países tan diversos como Japón, Corea, Tailandia, Marruecos, Grecia e Italia, el programa ha sido doblado a múltiples idiomas y sigue siendo disfrutado por audiencias de todas las edades y culturas.
El éxito del programa fue tal que en gran parte de América Latina, alcanzó cifras récord de audiencia, con picos de hasta 60 puntos de rating, una hazaña impresionante incluso para los estándares actuales.
La serie no solo se limitó a la pantalla chica, sino que se convirtió en un fenómeno de alcance internacional, con giras del elenco por México y posteriormente por países de Centro y Sudamérica. Su humor sano y fresco se destacó entre la oferta televisiva de la época, conquistando no solo por sus risas, sino también por los valores humanos que transmitía.