Fondo de pensiones: ¿Cuántas cuentas de Afore de adultos mayores están inactivas?

Guillermo Zamarripa, presidente de la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), arrojó luz sobre un fenómeno que ha estado en la agenda nacional por las cuentas de ahorro para el retiro del país: las cuentas inactivas.

Con una proyección que podría sacudir la percepción común, Zamarripa anunció que estas cuentas podrían ascender a entre 3 y 3.5 millones de pesos durante la 87 Convención Bancaria.

Los números, fríos pero reveladores, pintan un cuadro vívido de la escala de este fenómeno. Datos recopilados por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) indican que, hasta marzo pasado, había un total de 74 millones 506 mil 314 cuentas en las Afores, con un saldo colosal que superaba los seis billones de pesos.

Sin embargo, entre estas vastas cifras, yacían las cuentas olvidadas, representando menos del 5 por ciento del total. Un universo aparentemente pequeño, pero con un valor potencial significativo.

El régimen actual establece que el derecho sobre estas cuentas nunca prescribe, lo que significa que incluso después de 10 años de inactividad, el Instituto Mexicano del Seguro Social puede reclamar el dinero. Esta peculiaridad plantea un desafío para las administradoras de fondos y una obligación de reserva para evitar futuros contratiempos financieros.

Pero más allá de las cifras y regulaciones, Zamarripa destaca una lección crucial aprendida de este fenómeno: la importancia de la conciencia financiera y el compromiso activo con el ahorro para el retiro. La revelación de estas cuentas olvidadas ha servido como un recordatorio poderoso de que, aunque muchos están al tanto de sus cuentas, aún queda un número significativo de personas que desconocen la existencia o el estado de las suyas.

Esto, a su vez, plantea una oportunidad única para las instituciones financieras y las autoridades para lanzar campañas educativas y programas de sensibilización destinados a fomentar una mayor participación y conciencia sobre el Sistema de Ahorro.

En este sentido, el descubrimiento de las cuentas inactivas no solo es un desafío, sino también una oportunidad. Una oportunidad para fortalecer la educación financiera, para aumentar la participación activa en el ahorro para el retiro y para garantizar que el propósito del SAR se cumpla de manera efectiva para todos los mexicanos.

Es un llamado a la acción, una invitación a explorar y desenterrar los tesoros olvidados de la seguridad financiera y el bienestar en la jubilación. Este episodio revelador nos recuerda que, en el vasto paisaje financiero, cada cuenta, cuenta.