La cultura japonesa es fuente de una gran sabiduría y de ellos siempre se pueden aprender diferentes métodos y rituales de organización que ayudan a tener una mayor productividad y un mejor desarrollo en nuestro día a día.
Así ocurre con el llamado “método soji japones”, el cual ha comenzado a cobrar popularidad no solo en Japón sino también en diferentes partes del mundo.
Si bien este no es el nombre no suele usarse en el país nipón, en occidente se bautizó como método soji y deriva de las prácticas y filosofías japonesas que se centran en la organización, la limpieza y la mejora continua, las cuales son conocidas como 5S: Seiri, Seiton, Seiso, Seiketsu, y Shitsuke.
Sea cual sea el nombre el principio no cambia y se traduce en aprender a clasificar, ordenar, limpiar, estandarizar y mantener y suele aplicarse principalmente a las tareas del hogar pues los japoneses creen que éstas van más allá de la limpieza y tienen un impacto profundo en otras áreas de nuestra vida.
Esta es la forma en que puedes implementar dicho método en tu vida para obtener sus beneficios
Recuerda que quienes lo aplican recomiendan iniciar con una limpieza tipo soji de tan solo 15 minutos. Es decir, si bien no es posible mantener dicho estado durante toda tu rutina de limpieza, el objetivo es tratar de acomodar usando está técnica al menos durante esta cantidad de minutos.
La teoría señala que con el tiempo la visión de este método se introyecta y la limpieza pasar de ser algo desagradable a convertirse en un momento de meditación y productividad.
Inicia gradualmente: En lugar de abrumarte con la idea de asear la totalidad de tu hogar de golpe, selecciona una pequeña zona para empezar e integra esta actividad a tu día a día.
Concéntrate plenamente: Durante la limpieza, presta toda tu atención al proceso. Enfócate en cada movimiento y respiración, estableciendo una conexión entre tu ser y el espacio que estás ordenando.
Encuentra gozo en la tarea: Modifica tu punto de vista para disfrutar del acto de limpiar, viéndolo no como un deber tedioso, sino como un motivo de celebración por cada pequeño progreso y una forma de cuidar de tu espacio.
Desarrolla tu ritual personal: Crea una rutina propia para el Soji. Puede ser prender una vela, usar incienso o tomar varios respiros conscientes antes de empezar. Escoge lo que mejor se adapte a ti y hazlo parte de tu práctica cotidiana.
Organízate con un calendario: Aunque no siempre es fácil disponer del mismo intervalo diario para las labores domésticas, designar un tiempo determinado para este método puede favorecer la regularidad. Ten presente que bastan 15 minutos diarios para dedicarlos a este ritual.
Como se ha mencionado antes la importancia de aplicar este método va mucho más allá de solo mantener limpieza sino que, para los japoneses, el lograr un hogar ordenado se traduce en orden en los pensamientos y en una mejor capacidad de solucionar los problemas.
Además, el tener un ambiente más organizado también ayuda a mejorar la productividad y a lograr tus metas y proyectos más fácilmente.
Además del soji, cabe mencionar que existe otra práctica conocida es el “KonMari”, creado por al especialista en organización Marie Kondo, el cual anima a las personas a conservar solo aquellos objetos que “les provocan alegría” y a ordenar la casa por categorías.