Cuáles son las enfermedades a las que eres más propenso según tu tipo de sangre

Diversos estudios han encontrado que existe una relación entre el grupo sanguíneo y una mayor probabilidad de padecer ciertos padecimientos

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El tipo de sangre ayuda a establecer compatibilidad para las transfusiones (Europa Press)
El tipo de sangre ayuda a establecer compatibilidad para las transfusiones (Europa Press)

Los grupos sanguíneos son clasificaciones de la sangre basadas en la presencia o ausencia de ciertos antígenos en la superficie de los glóbulos rojos y fueron descubiertos en 1930 por el doctor Karl Landsteiner, lo cual lo llevó a ganar el Premio Nobel de Medicina.

Y es que estos antígenos pueden provocar una respuesta inmune si son extraños al organismo, razón por la cual la compatibilidad sanguínea es crucial para las transfusiones de sangre, trasplantes, y durante el embarazo.

Los sistemas de grupos sanguíneos más conocidos son el ABO y el factor Rh.

Sistema ABO: Determina los grupos sanguíneos en función de la presencia o ausencia de los antígenos A y B en los glóbulos rojos. Basándose en esta presencia o ausencia, la sangre se clasifica en cuatro grupos:

  • Grupo A: Presencia del antígeno A en los glóbulos rojos.
  • Grupo B: Presencia del antígeno B.
  • Grupo AB: Presencia de ambos antígenos, A y B.
  • Grupo O: Ausencia de ambos antígenos.

Factor Rh: Se refiere a la presencia o ausencia del antígeno RhD en la superficie de los glóbulos rojos. Si una persona tiene el antígeno, se dice que su sangre es Rh positiva (Rh+); si no lo tiene, su sangre es Rh negativa (Rh-).

La combinación de los sistemas ABO y Rh da lugar a los ocho grupos sanguíneos básicos comunes: A+, A-, B+, B-, AB+, AB-, O+ y O-.

Estos grupos sanguíneos deben ser compatibles entre donante y receptor en transfusiones de sangre para evitar reacciones adversas, como la aglutinación, que puede ser peligrosa.

 Los grupos sanguíneos fueron descubiertos en 1930 por el doctor Karl Landsteiner
Los grupos sanguíneos fueron descubiertos en 1930 por el doctor Karl Landsteiner

Cuál es la relación entre el tipo de sangre y las enfermedades

Pero, además de ser importantes para establecer compatibilidades y para ayudar a salvar vidas, diversos estudios han encontrado que los tipos sanguíneos también podrían revelar a que enfermedades son más propensas las personas que pertenecen a determinado grupo.

Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Life, encontró que existía conexiones entre el tipo de sangre y el riesgo de desarrollar coágulos y hemorragias.

Los especialistas determinaron que individuos con grupo sanguíneo A presentan una mayor incidencia de formación de trombos, en contraste, aquellos con tipo O tienden a experimentar trastornos de sangrado con más frecuencia.

Se señaló, además, que mujeres con grupo O y factor Rh positivo mostraban una predisposición elevada a padecer preeclampsia. Un hallazgo adicional reveló que poseer el grupo sanguíneo B podría reducir el riesgo de formación de piedras en el riñón.

Por su parte, estudios anteriores habían mostrado que las personas con sangre del tipo A o B tenían más posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares que las personas con sangre del tipo O.

En este sentido, otro tipo de estudios también han sugerido que las personas con determinados tipos de sangre pueden ser más susceptibles a algunas enfermedades infecciosas, como en el caso del covid.

El tipo de sangre puede dar mucha información sobre diferentes aspectos de la salud de una persona (Imagen Ilustrativa Infobae)
El tipo de sangre puede dar mucha información sobre diferentes aspectos de la salud de una persona (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por ejemplo, un análisis realizado a donantes de sangre en Cataluña por el Banc de Sang i Teixits y la Universitat de Barcelona en octubre de 2020 reveló una asociación entre el grupo sanguíneo y el riesgo de infección por coronavirus.

Los resultados indicaron que las personas con tipo de sangre O tienen una mayor protección frente al virus, a diferencia de aquellas con tipo A, que presentan un riesgo elevado.

Eduardo Muñoz, líder de la investigación, sugirió que esta diferencia podría explicarse por las defensas naturales que poseen las personas del tipo O contra los antígenos presentes en el virus.

“La proteína S del virus, que es parte de su estructura, tiene características similares a los grupos sanguíneos ABO, resultando en que el sistema inmunitario de las personas con sangre tipo O ataque al virus con los anticuerpos disponibles, limitando su proliferación”, explicó Muñoz.

Adicionalmente, los investigadores resaltaron que el tipo de sangre incide no solo en la probabilidad de contagio sino también en la gravedad y la mortalidad de la enfermedad aunque también se estableció que aún hacían falta muchos más estudios para demostrar esta teoría.

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