Pedro Infante, el ídolo más importante del espectáculo mexicano, siempre fue un enamorado de pilotear aviones. Su pasión era tanta que, de hecho, cuando tenía 39 años de edad en abril del año 1957, su pasatiempo lo llevó a la tumba. Pero este fatal accidente en Mérida que terminó con la vida de la estrella no fue el único ni el primero que sufrió.
Desde que era jóven, Pedro Infante mostró interés en los aviones y comenzó a pilotar desde muy temprana edad. La primera vez que estuvo cerca de morir fue en el año 1947, en el aeropuerto de Guasave, Sinaloa, cuando el avión que pilotaba se estrelló, dejándole una lesión en el mentón. La colisión no resultó en heridas graves, más allá del corte en su cara, pero sí fue el comienzo de una historia que terminaría de forma trágica varios años después.
El segundo accidente aéreo de Pedro Infante ocurrió en 1949. Este incidente involucró un aterrizaje forzoso que efectuó el propio Infante debido a problemas mecánicos con su avión. Afortunadamente, en esta ocasión, Pedro Infante sobrevivió a la colisión; sin embargo, viajaba junto a Lupita Torrentera, su esposa, y al tratar de protegerla del impacto, resultó gravemente herido.
Durante el vuelo, enfrentaron problemas de navegación al fallar la brújula de la aeronave, lo que finalmente llevó a una pérdida de combustible y al posterior accidente en un potrero de la región. El impacto resultó en lesiones severas para él, incluyendo un daño craneal crítico que requirió una cirugía de emergencia para proteger su cerebro, expuesto tras el impacto.
El último accidente y muerte de Pedro Infante
Pedro Infante, uno de los íconos más emblemáticos de la época de oro del cine mexicano, falleció trágicamente el 15 de abril de 1957. La muerte del actor y cantante conmocionó a la nación y dejó un vacío en la industria cinematográfica y musical de México.
El accidente que le costó la vida a Pedro Infante ocurrió en Mérida, Yucatán, cuando la aeronave que piloteaba, un Consolidated B-24 Liberator convertido para su uso civil, se desplomó poco después del despegue. Infante, apasionado de la aviación y con licencia de piloto, falleció instantáneamente junto con las otras tres personas a bordo.
La noticia de su muerte causó una gran conmoción a nivel nacional. Miles de seguidores lloraron su partida y su funeral atrajo a una multitud sin precedentes, demostrando el profundo cariño y admiración que el público sentía por él. Hasta la fecha, Pedro Infante sigue siendo recordado como un ícono de la música ranchera y el cine mexicano. Su legado perdura a través de sus películas y grabaciones, y es considerado uno de los más grandes artistas de México.
La influencia de Infante trasciende generaciones, y su obra sigue inspirando a nuevos artistas en el ámbito de la música y el cine. Su vida y su arte son testimonio del talento y la pasión que caracterizaron su carrera, dejando una huella imborrable en la cultura mexicana.
Nacido el 18 de noviembre de 1917 en Mazatlán, Sinaloa, Infante se convirtió en un símbolo del charro mexicano y fue protagonista de más de 60 películas, además de grabar aproximadamente 350 canciones. Su talento y carisma lo llevaron a la fama, convirtiéndolo en una figura querida tanto en México como en otros países de habla hispana.