Desde que se dio a conocer que un libro relacionado con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el expresidente Enrique Peña Nieto saldría a la venta y además develaría detalles de la relación de ambos políticos, ha causado controversia conocer si había mala relación o si bien, la transición del poder se dio en un ambiente de camaradería. En ese sentido, ha llamado la atención que el exgobernador del Estado de México le enfatizó al tabasqueño que dirigir al país no tenía nada de glamuroso, como se piensa.
El periodista Mario Maldonado fue el encargado de difundir tales detalles en su libro titulado Confesiones desde el exilio: Enrique Peña Nieto, mismo donde resalta que acudió tanto a España como a República Dominicana para entrevistar al militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) quien ha vivido alejado de la vida pública y política desde que dejó de ser funcionario público.
El reportero revela que el priista y miembro del denominado Grupo Atlacomulco, no tuvo ningún pacto con Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en el marco en el que el actual presiente estaba por asumir al poder; sin embargo, sí deja ver que se reunió en al menos cuatro ocasiones con el originario de Macuspana, Tabasco, siendo el último de estos encuentros en la casa de López Obrador situada en la alcaldía Tlalpan, evento que se caracterizó por no tener ningún tipo de lujo, seguridad privada o personal de servicio.
“Fueron cuatro encuentros, me aseguró. La última reunión fue en su casa de Tlalpan, en la que estuvo también su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, quien, además de ser la encargada de servir los platillos de una comida en la que no hubo empleados domésticos, les tomó una fotografía que después compartiría el mandatario entrante en sus redes sociales”, se lee en el material.
A decir del comunicador, además de las fotos que el morenista tomó, el expresidente también conserva unas que en la actualidad se almacenan en la memoria de su teléfono móvil. La reunión en casa de López Obrador llamó mucho la atención pues fue Beatriz Gutiérrez Müller la encargada de cocinar y servir la comida. La escritora, dice Peña Nieto, le dejó una buena impresión al expresidente Peña Nieto.
“Por cierto, me cayó muy bien, nada más estábamos los tres”, declaró el priista al referir que ella estaba incluso sentada en la cabecera de la mesa tars sugerencia de ambos políticos mexicanos.
Peña Nieto recuerda que incluso, mientras los políticos charlaban, la esposa del presidente se encargaba de preparar la comida y llevarla a la mesa, lo que obligó al actual titular del Poder Ejecutivo a pedirle que se sentara y él, en tanto, se encargaría de la situación.
Así describió Peña Nieto estar en el poder
Fue en una de las ocasiones en las que Beatriz Gutiérrez Müller abandonó la mesa para atender a su esposo y a su invitado, cuando el ahijado político de Arturo Montiel le confesó al morenista que la vida de un presidente no era glamurosa, descripción que llamó la atención de López Obrador pues en el pasado, había atravesado por dios contiendas electorales donde dijo, le cometieron fraude.
“Platícale a mi esposa (...) ¿verdad que esto de ser presidente no es nada glamoroso?”.
De acuerdo con la experiencia de Peña Nieto, el estar al frente del país representa un desgaste emocional, por lo que el actual presidente se apresuró a preguntarle cuál era su consejo, ya que estaba a poco de protagonizar la envestidura en el Congreso de la Unión. La respuesta fue simple: mantenerse alejado del sector empresarial, aunque en priista le dijo que solo de un sector: “De los que se dicen sus amigos de Monterrey”.
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