Esta es la cantidad de veces que debes cambiar las sábanas de la cama, según la ciencia

Una correcta higiene ayuda a prevenir la aparición de diversos problemas de salud

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La higiene de cama es importante para la salud general  (Imagen Ilustrativa Infobae).
La higiene de cama es importante para la salud general (Imagen Ilustrativa Infobae).

Durante cada noche de descanso, nuestro entorno de sueño se ve poblado por una serie de elementos invisibles, como células muertas, ácaros del polvo, y otras partículas no deseadas. Estos componentes pueden ser el origen de trastornos de la piel, reacciones alérgicas, y problemas para respirar.

Es por esto que especialistas en limpieza y estudios microbiológicos alertan sobre los riesgos que podrían presentarse en nuestras camas, en caso de no mantener adecuados hábitos de limpieza.

En este sentido por si alguna vez has tenido la duda sobre cuál es el tiempo adecuado en que se deben cambiar las sábanas para prevenir problemas de salud, Lisa Ackerley, especialista en microbiología señaló en un artículo de El Confidencial que lo ideal es realizar un cambio cada semana o máximo cada dos.

De acuerdo con la especialista, dicho intervalo puede variar dependiendo de factores individuales, como las condiciones climáticas (en climas cálidos se podría necesitar un cambio más frecuente), si la persona suda mucho durante la noche, o si hay mascotas que duermen en la cama.

Por su parte, en casos de enfermedad, es aconsejable cambiar las sábanas aún más a menudo para prevenir la propagación de microorganismos y asegurar un ambiente limpio que favorezca la recuperación.

La higiene de cama ayuda a prevenir problemas de alergias (Imagen Ilustrativa Infobae)
La higiene de cama ayuda a prevenir problemas de alergias (Imagen Ilustrativa Infobae)

Estos son los problemas a la salud que puede causar el no cambiar las sábanas de manera regular

No cambiar las sábanas regularmente puede acarrear varios riesgos para la salud debido a la acumulación de suciedad, células muertas, sudor, aceites corporales, y posibles patógenos como bacterias y ácaros del polvo. Estos riesgos incluyen:

  • Problemas dermatológicos: La acumulación de suciedad y aceites puede obstruir los poros, provocando brotes de acné, dermatitis, y otras irritaciones de la piel.
  • Alergias: Los ácaros del polvo, que prosperan en ambientes cálidos y húmedos como la ropa de cama sucia, son una causa común de alergias y asma. Las reacciones pueden incluir estornudos, picazón en los ojos, nariz congestionada, y dificultad respiratoria.
  • Infecciones: Las sábanas sucias pueden ser un caldo de cultivo para bacterias y hongos, aumentando el riesgo de infecciones cutáneas y otros problemas de salud, especialmente si existen cortes o heridas.
  • Problemas respiratorios: La acumulación de polvo y ácaros puede afectar la calidad del aire en el dormitorio, lo que puede provocar problemas respiratorios durante el sueño.
  • Estrés y alteraciones del sueño: Un entorno de descanso limpio y fresco mejora la calidad del sueño, mientras que dormir en sábanas sucias puede contribuir al estrés y disminuir la calidad del descanso

Mantener una higiene adecuada de la ropa de cama es crucial para evitar estos riesgos y asegurar un entorno de sueño saludable. Por su parte, cabe mencionar que uno de los mayores problemas de la falta de limpieza puede ser la proliferación de los llamados ácaros de cama, los cuáles pueden derivar en diversos problemas de salud, tales como:

  • Alergias: Los excrementos de los ácaros contienen proteínas que pueden provocar reacciones alérgicas en algunas personas. Los síntomas típicos incluyen estornudos, picazón en la nariz o en los ojos, nariz congestionada y secreción nasal.
  • Asma: Para las personas con asma, la exposición a los ácaros del polvo puede desencadenar ataques o exacerbaciones. Los síntomas pueden incluir dificultad para respirar, opresión en el pecho, y tos persistente.
  • Rinitis alérgica: Los ácaros de cama pueden ser una de las causas de la rinitis alérgica, que se manifiesta con síntomas como congestión nasal, estornudos, y picazón en nariz y ojos.
  • Dermatitis atópica (eczema): En algunas personas, los ácaros pueden desencadenar o empeorar los brotes de eczema, resultando en piel roja, inflamada y con picazón.
  • Conjuntivitis alérgica: La exposición a los ácaros también puede provocar conjuntivitis alérgica, caracterizada por picazón en los ojos, lagrimeo, enrojecimiento, y sensación de quemazón.
Los ácaros de cama suele reproducirse con mayor facilidad en ambientes cálidos y húmedos  (Getty Images)
Los ácaros de cama suele reproducirse con mayor facilidad en ambientes cálidos y húmedos (Getty Images)

Cuál es la mejor manera de lavar las sábanas para eliminar las bacterias

Diversos estudios ha encontrado que que un lavado a 30 °C solo logra eliminar un 6% de estos elementos mientras que un programa a 60 °C resulta mucho más efectivo.

Además, es fundamental no pasar por alto el cuidado de almohadas y acolchados que, aunque requieren una atención menos frecuente, también son propensos a la acumulación de ácaros y alérgenos.

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