Las cintas de humor blanco y oficios muy conocidos en México de Cantinflas siguen presentes hasta la actualidad, pues las transmisiones que de vez en cuando Televisa proyecta en Las Estrellas o canales restringidos retoman, le han permitido a títulos como El Patrullero 777 seguir siendo conocida y disfrutada por nuevas generaciones.
Sin embargo, una peculiar escena donde Mario Moreno interpreta con mucha gracia al Sargento Diógenes Bravo, Agente 777, se ha hecho viral en redes sociales, pues más de uno ha mencionado el nombre del cabaret, en la Ciudad de México, donde fue filmada la divertida secuencia, donde dicho personaje juega a ser infiltrado para conseguir mayor información y pruebas para su investigación.
Se trata del extinto centro nocturno llamado el Cabaret La Burbuja, que se encontraba ubicado en una de las colonias más céntricas y populares de la CDMX: Doctores. Ubicado entre las calles Dr. Velasco esquina con Dr. Barragán, el lugar aún es recordado por grandes y chicos, pues la película El Patrullero 777 se ha convertido en uno de los más grandes clásicos de Cantinflas dentro de su amplio repertorio de cintas.
‘El Patrullero 777′: el reto de hablar bien de la policía en medio de señalamientos de la sociedad mexicana
El Patrullero 777 es una película mexicana lanzada en 1978, protagonizada por el legendario comediante Mario Moreno Cantinflas. En esta cinta, Cantinflas interpreta a Diógenes Bravo, un dedicado y honesto oficial de policía de la Ciudad de México, que se enfrenta a diversas situaciones cómicas y complicadas mientras patrulla las calles de la capital. A través de su personaje, la película ofrece una crítica social y satiriza la corrupción dentro del departamento de policía, al tiempo que resalta la integridad y el ingenio de su protagonista.
El reparto de El Patrullero 777 incluye a figuras conocidas del cine mexicano como Ana Bertha Lepe, quien interpreta a Rosita, Valeria Pani, Alejandro Ciangherotti, y Wolf Ruvinskis. Las actuaciones secundarias aportan profundidad y variedad de perspectivas a la narrativa, enriqueciendo la trama con sus distintos personajes.
La producción de la película tuvo lugar principalmente en locaciones de la Ciudad de México, utilizando el espacio urbano como telón de fondo para las aventuras del patrullero, lo que permite a los espectadores reconocer sitios emblemáticos y calles reales que añaden autenticidad a la historia.
La recepción de la audiencia mexicana fue mayormente positiva, consolidando el estatus de Cantinflas como uno de los comediantes más queridos y respetados de México. Su capacidad para entrelazar humor con crítica social y su talento para interpretar personajes que resonaban con el público mexicano hicieron de El Patrullero 777 una película memorable y apreciada, tanto en su tiempo como en la actualidad.
Aunque recibió críticas mixtas en términos de su trama y dirección, el carisma de Cantinflas y la relevancia de los temas tratados garantizaron su lugar en el corazón de la audiencia y en la historia del cine mexicano.