Francisco Javier Hernández Gómez, mejor conocido como ‘Pancho Cayagua’, uno de los fundadores de La Unión Tepito, cuando comenzó a escalar en el organigrama criminal y tenía notoriedad para las autoridades, fue que comenzó a disfrazar sus ocupaciones con una actividad lícita, la cual proviene de sus familiares.
De acuerdo con el periodista Antonio Nieto, que reunió datos del poderoso traficante en su libro ‘Cártel Chilango’, Francisco Javier disfrazó sus actividades delictivas bajo la fachada de un comerciante de zapatos.
Para ello tuvo que mudarse del barrio bravo de Tepito, hacia una colonia de clase media alta, conocida como Lindavista, la cual se sitúa en la alcaldía Gustavo A. Madero, al norte de la Ciudad de México, zona en la que vivió hasta sus últimos días, pues ahí fue donde lo privaron de la vida.
“Ya como aspirante a líder de La Unión Tepito, Francisco Javier Hernández Gómez, ‘Pancho Cayagua’, disfrazó sus andanzas delictivas bajo la fachada de ser comerciante de zapatos, según los detectives que habían interrogado a su hermano, se mudó lejos del hirviente barrio de Tepito, a la residencial y tranquila Lindavista, al norte de la capital del país”, se lee en el libro ‘Cártel Chilango’, de Antonio Nieto.
Cabe mencionar que esta es táctica frecuentemente observada en figuras ligadas al crimen organizado, que buscan operar desde la sombra manteniendo una apariencia de legalidad.
Fue así que por mucho tiempo pudo esconderse de las actividades bajo la fachada de un comerciante, sin embargo, también contaba con la protección de la policía local.
‘Pancho Cayagua’ era devoto a la religión Yoruba
Francisco Javier Hernández Gómez, conocido en el mundo del crimen como ‘Pancho Cayagua’ y fundador del notorio grupo delictivo La Unión Tepito, integraba sus actividades ilícitas con una profunda fe en la religión Yoruba.
Esta práctica religiosa, en particular su devoción por Elegua, una deidad que se entiende tiene control sobre el destino y los caminos, se señala como pilar en su búsqueda de éxito en el entramado criminal.
La fusión entre fe y delito en la figura de Hernández Gómez se explora en detalle en la obra ‘Cártel Chilango’ del periodista Antonio Nieto. El autor destaca cómo ‘Pancho Cayagua’ se encomendaba a Elegua antes de cada acto criminal, buscando la bendición y protección de esta deidad yoruba.
“Francisco Javier Hernández Gómez, ‘Pancho Cayagua’, fundador de La Unión Tepito, era devoto de Elegua, deidad de la religión Yoruba que cuida los caminos y el destino”.