El clásico olor a choquía es la razón por la que muchas personas al lavar los trastes, trapos y jergas o limpiar las zonas aledañas a la cocina, mezclan el detergente líquido con el cloro, sin tener noción de que al hacerlo pueden generar reacciones químicas peligrosas.
Cuando los utensilios de cocina, trapos y demás accesorios al estar en contacto con el agua y otros alimentos, no son lavados y enjuagados correctamente, generan un “aroma singular”, olor a choquía surge e impregna todo aquello que toca.
No mezclar
Es necesario comprender la importancia de no mezclar cloro con otros productos de limpieza debido a los riesgos potenciales que esta combinación conlleva. La mezcla indiscriminada de cloro con ciertos productos puede generar reacciones químicas peligrosas, tóxicas, corrosivas e incluso explosivas.
Sabías que... El cloro es más pesado que el aire, es 2,5 veces más pesado y tiene olor desagradable y venenoso.
No solo se compromete la efectividad de los productos de limpieza, sino también representar un grave riesgo para la salud y la seguridad, bajo tal perspectiva, dicha combinaciones pueden dar lugar a consecuencias perjudiciales y hasta letales:
- Vinagre o productos de limpieza con ácido clorhídrico, se neutraliza la sosa y se genera cloro gaseoso, altamente tóxico y oxidante; lo que convierte al cloro en una mezcla horrible que puede causar quemaduras graves, paros respiratorios y afectar las mucosas de nariz, boca y pulmones.
- No se debe mezclar cloro con alcohol, ya que produce cloroformo, un compuesto que detiene el diafragma y puede causar paro respiratorio. Además, es tóxico para el hígado y podría generar cáncer a largo plazo.
- Limpiadores con amoniaco y cloro genera cloraminas, altamente tóxicas, que pueden causar problemas pulmonares y daño al hígado. Estudios han demostrado que estas sustancias tienen la capacidad de provocar alteraciones genéticas y celulares en el hígado, creando un entorno propicio para el desarrollo de células cancerosas.
- Mezclar cloro con agua caliente, produce gas cloro, el cual afecta el sistema respiratorio, provoca tos, dolor pectoral y hasta retención de agua en los pulmones.
- El cloro con agua oxigenada genera cloratos o percloratos, compuestos utilizados en explosivos, lo que podría provocar una explosión debido a la reacción exotérmica que genera calor.
- Cloro con ciertos productos químicos, como disolventes orgánicos o compuestos a base de petróleo, también puede representar un riesgo significativo de explosión.