La carne de cerdo es un alimento que proporciona muchos beneficios a la salud, pero su consumo puede que no sea del todo benéfico si el producto no se encuentra en buen estado.
Es por ello que la Secretaría de Salud y el Consejo Mexicano de la Carne emitieron una serie de recomendaciones para que al comprar o consumir carne de cerdo, las personas cuiden de su salud.
Verificar que la carne no tenga bolitas blancas
La carne no debe tener bolitas blancas (cisticercos), debido a que pueden provocar enfermedades gastrointestinales o incluso síntomas neurológicos, cuando alcanzan el sistema nervioso central.
Por lo que en caso de que éstas sean detectadas, la autoridad sanitaria recomendó no comprar la carne y reportarlo a la unidad de salud más cercana.
No comprar en rastros clandestinos
Cocerla o freírla bien
Al cocinar la carne debe cortarse en trozos pequeños o tiras delgadas para asegurarse de que esté bien cocinada o frita.
Revisar su color y olor
La carne de cerdo en buen estado tiene un color rosado, pero brillante y de buena textura, así indica el Consejo Mexicano de la Carne.
Fecha de envasado
La carne refrigerada debe estar tierna y al apretar el envase, no debe romperse. Además, deben preferirse cortes que tengan como máximo dos días de envasado.
Cocinar a buena temperatura
La carne molida de cerdo debe cocinarse hasta 71.1 grados Celsius y no requiere un tiempo de reposo.
Mientras que la temperatura de cocción para los cortes es de hasta 62.8 grados Celsius, al medir con un termómetro para alimentos la parte más gruesa de la carne, de acuerdo con información del Servicio de Inocuidad e Inspección de Alimentos, citada por el Consejo de la Carne.
¿Cuáles son los beneficios de comer carne de cerdo?
La carne de cerdo, cuando se consume de manera responsable y se incluye en una dieta equilibrada, aporta numerosos beneficios nutricionales que contribuyen significativamente a la salud.
Este alimento, versátil en la cocina y central en diversas culturas culinarias, ofrece proteínas de alta calidad, vitaminas y minerales esenciales que son fundamentales para el correcto funcionamiento del organismo.
Las proteínas presentes en la carne de cerdo son un componente clave para la construcción y reparación de tejidos en el cuerpo. Estas proteínas de origen animal contienen todos los aminoácidos esenciales necesarios para el crecimiento y el desarrollo muscular, lo que la convierte en una fuente ideal para deportistas y personas con actividades físicas demandantes.
Además, la carne de cerdo es rica en vitaminas del complejo B, especialmente B1 (tiamina), B3 (niacina), B6 (piridoxina) y B12 (cobalamina). La tiamina es crucial para el metabolismo energético y el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.
La niacina soporta el sistema digestivo, la piel y los nervios, mientras que la vitamina B6 contribuye al metabolismo normal de proteínas y glóbulos rojos. Por su parte, la vitamina B12 es esencial para la producción de células sanguíneas y la salud del sistema nervioso.
El mineral selenio, presente en la carne de cerdo, juega un papel importante en la salud del sistema inmunológico y en la prevención del daño celular, debido a sus propiedades antioxidantes.
El zinc, también abundante en este alimento, es vital para el sistema inmunológico, la reparación del tejido y la producción de ADN.
Para obtener los máximos beneficios de la carne de cerdo, es recomendable elegir cortes magros y utilizar métodos de cocción saludables como hornear, asar o cocer a fuego lento, reduciendo así el consumo de grasas saturadas.
En conclusión, la carne de cerdo puede ser una valiosa adición a la dieta, ofreciendo una rica fuente de nutrientes esenciales que apoyan el bienestar y la salud.