Caso Yanqui Kothan: Vinculan a proceso a tercer policía señalado por el asesinato del normalista de Ayotzinapa

La justicia mexicana ha dado un nuevo paso en el caso que involucra el asesinato de Yanqui Kothan Gómez Peralta, estudiante de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, con la vinculación a proceso de David “N”, ex policía señalado como uno de los presuntos responsables del crimen ocurrido el pasado 7 de marzo en Tixtla, Guerrero.

La resolución se produjo después de que, en una audiencia llevada a cabo en las instalaciones del Poder Judicial de la Federación (PJF), un juez de control dictaminara que existen pruebas suficientes para justificar su vinculación a proceso.

Durante la audiencia, que concluyó alrededor de las 22:30 horas de este lunes, se ordenó para David “N” un periodo de cinco meses de prisión preventiva, tiempo durante el cual se desarrollará la investigación. Como parte de las diligencias a seguir, se realizará un peritaje antropomórfico, esto a solicitud de Lilia Vianey Gómez, madre del fallecido, que busca confirmar la identidad del imputado y asegurarse de que no haya errores en el proceso.

La atención sobre este caso se ha intensificado debido a su relación con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, uno de los episodios más dolorosos y controvertidos en la historia reciente de México.

Esta noche elementos de seguridad cercaron el PJF, anticipando posibles manifestaciones por parte de grupos activistas, normalistas y familiares de la víctima, que siguen demandando justicia y verdad en este y el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en 2014.

David “N” es el tercer policía implicado directamente en la muerte de Gómez Peralta, quien fue detenido hace unos días luego de que pasara semanas prófugo. Los otros dos agentes, también pertenecientes a la policía estatal, fueron vinculados a proceso en fechas anteriores.

Como ha recogido el medio La Jornada, Lilia Vianey Gómez, madre de Yanqui Kothan, ha expresado en varias ocasiones su desconfianza no sólo sobre las circunstancias que rodean la muerte de su hijo, sino también sobre la identidad del acusado. La discrepancia entre el recuerdo que tiene de la persona que cree responsable y la imagen del detenido presentada por las autoridades, ha sumado una capa más de complejidad al caso en un país marcado por la impunidad y las deficiencias en los procesos de justicia.

El policía fue arrestado la madrugada del 10 de abril y su detención fue anunciada por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador durante la mañanera de ese día.

El arresto se produjo en Tixtla, Guerrero, en una operación coordinada entre el Ejército Mexicano y la Fiscalía General de la República (FGR), basada en una orden de aprehensión por el posible delito de homicidio calificado con ventaja en grado de tentativa.

David “N” fue localizado en un rancho cerca de Acapulco. Durante su detención, se le incautaron tres armas de fuego, incluyendo un revólver y dos escopetas.

Yanqui Kothan Gómez Peralta, un estudiante de 23 años del cuarto semestre de la Licenciatura en Educación Primaria en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, sufrió un fatal desenlace cuando salió de su casa para asistir a un baile por el 98 aniversario de su institución educativa.

El incidente ocurrió aproximadamente a las 22:00 horas en el antiguo libramiento de Tixtla, cerca del hotel Petatlán. Yanqui y dos compañeros más, quienes viajaban en un vehículo tipo pick-up, se detuvieron para comprar un cigarro.

En ese momento, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Guerrero arribaron de manera agresiva, lo que provocó que el conductor del vehículo, en un intento de huida, encendiera el auto, desencadenando que los policías abrieran fuego contra ellos.

Como resultado del ataque, Yanqui Kothan fue impactado por una bala. A pesar de haber sido trasladado a un hospital, perdió la vida debido a un traumatismo craneoencefálico.

Inicialmente, la SSP argumentó que los jóvenes se encontraban en un vehículo con reporte de robo y que habían extraído un arma de fuego, agrediendo a los oficiales, lo que llevó a un intercambio de disparos. Más tarde esta versión sería refutada por las propias autoridades al señalar que los jóvenes no tenían armas ni iban ingiriendo bebidas alcohólicas. Además, se puso el ojo sobre los policías también por alterar la escena del crimen.