El clima, ese eterno protagonista que moldea nuestras actividades diarias, en este día en particular, una circulación anticiclónica en niveles medios de la atmósfera se adueña del escenario, extendiendo su influencia sobre la mayor parte del territorio nacional.
Esta presencia, típica de los días calurosos, nos sumerge en un ambiente que va desde el caluroso hasta el muy caluroso, anunciando así la llegada de la primera onda de calor de la temporada. Sin embargo, como en un juego de contrastes, en el noroeste del país se vislumbra un cambio repentino en el panorama.
- Temperaturas superiores de 45 °C: Michoacán y Guerrero.
- Temperaturas de 40 a 45 °C: Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima y Morelos.
- Temperaturas máximas de 35 a 40 °C: Sonora (sur), Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí, Estado de México (suroeste), Puebla (suroeste), Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
- Temperaturas máximas de 30 a 35 °C: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Durango, Aguascalientes, Guanajuato, Querétaro, Hidalgo y Ciudad de México.
Frente Frío 46
En las horas nocturnas, mientras la mayoría del país se sumerge en un anticiclón, el noroeste se prepara para recibir al frente frío número 46.
Este fenómeno, acompañado de una vaguada polar y la corriente en chorro polar, trae consigo un baile de elementos climáticos que pintan un cuadro distinto.
Lluvias e intervalos de chubascos se hacen presentes, refrescando el ambiente y nutriendo la tierra sedienta. Sin embargo, no todo es lluvia y frescura; el viento, con rachas que alcanzan los 50 a 70 km/h, agita la atmósfera y levanta tolvaneras en Baja California y Sonora, recordándonos la fuerza de la naturaleza.
Pero la diversidad climática no se detiene ahí. En el interior del territorio nacional, los canales de baja presión se entrelazan con el aire húmedo que llega desde el Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe.
Este panorama meteorológico da lugar a un espectáculo de lluvias y chubascos que abrazan al centro, oriente, occidente y sureste de la República Mexicana. Oaxaca, Chiapas, Campeche y Quintana Roo se ven especialmente afectados, con lluvias puntuales que pueden llegar a ser fuertes.
Pero incluso en las regiones donde el sol parece reinar supremo, la presencia del clima es innegable. El flujo de la corriente en chorro subtropical desata su furia en estados de la Mesa del Norte, Mesa Central y occidente de México, manifestándose en fuertes rachas de viento que, en su arrebato, levantan tolvaneras y recuerdan a todos la fragilidad ante la fuerza de la naturaleza.