El proceso judicial contra Fofo Márquez ha sido una de las polémicas más relevantes de las últimas semanas, no solo por tratarse de un influencer o por ser acusado de intento de feminicidio, sino porque al discutirse el caso ha surgido el tema de su forma de vida y su crianza familiar, ya que creó su fama por presumir lujos y su relación con famosos.
A esto se suma que tras su arresto, la mamá del influencer publicó una carta dirigida a Edith, víctima de su hijo, en la que le pedía perdón y asumía su responsabilidad por la agresión, al considerar que fue una consecuencia de los errores que cometió al criarlo.
Brujas del Mar, una de las colectivas feministas más destacadas en México, analizó la carta por hablar sobre la “responsabilidad de una madre en el desarrollo de un ser humano”, que en este caso decidió golpear a una mujer, en lugar de actuar de una manera respetuosa.
En su cuenta de X, antes Twitter, la colectiva indicó que usualmente cuando una persona falla, al mismo tiempo se juzgan los errores que pudieron haber cometido sus padres al educarlo, principalmente la madre, en vez de reconocer “que todos somos el resultado de múltiples agentes socializantes”.
Por ello, considera que la crianza familiar “es solo una pequeña parte” del desarrollo humano, pues el trabajo de una madre y un padre solo será suficiente si su hijo crece “en una burbuja alejada de cualquier factor externo”.
“Es bastante usual que cuando un hijo falla, la sociedad en conjunto salte a la conclusión que algo mal hizo la madre al criarlo, es más sencillo poner la carga de esa responsabilidad en una persona (casualmente mujer, siempre) que asumir el hecho de que todas y todos somos el resultado de múltiples agentes socializantes y responsables de crearlos. La crianza en el seno familiar es solo una pequeña parte.
“Una madre y un padre podrán hacer el mejor trabajo que puedan con los cada vez más limitados recursos y herramientas que se les brinden para formar a otro ser humano, pero a menos que el hogar sea una burbuja alejada de cualquier tipo de factor externo, no será suficiente”, se lee en la publicación.
Argumentó que las personas también son influenciadas por la sociedad en general, que en el caso de México, “no solo es indiferente ante la violencia contra las mujeres, sino que la alienta, la justifica, la permite y la celebra”.
“En el momento que una persona prende la televisión, tiene acceso a redes sociales, escucha música, hace amigos, convive con compañeros de escuela o trabajo, escucha discursos políticos, sale a la calle… en el momento que se habita una sociedad que no solo es indiferente ante la violencia contra las mujeres, sino que la alienta, la justifica, la permite y la celebra, se construyen personas que saben que hacerle daño a las mujeres es algo “natural”, que no hay repercusión.
“Al entender a las mujeres como “otra cosa”, como un algo que debe cumplir ciertas características y roles, que si no los cumplimos debemos enfrentar “las consecuencias” y que por ende, la violencia recibida será nuestra culpa, es que se crean “Fofos Márquez””, puntualizó.
Por ello, se solidarizó con Sandra, mamá de Fofo Márquez, así como con Edith, la víctima de intento de feminicidio, al considerar que no por haber educado ella al influencer debe responsabilizarse por su conducta y las decisiones que ahora toma como adulto.
“¿El respeto a las mujeres que pudiera inculcar una madre puede contra todo un aparato enorme que está en todos lados y que dice lo contrario? Abrazamos a Edith, pero también a Sandra, quien no debería asumir la responsabilidad de lo que su hijo, un hombre adulto en pleno uso de sus facultades, decidió hacer”, finalizó.