Aunque podría pensarse que las personas adultas mayores en México tienen garantizada una vivienda y la cobertura de todos sus servicios gracias a sus años de trabajo y las pensiones por jubilación que reciben, la realidad es que al menos el 46.1% de la población de 65 años o más cuenta con un ingreso menor a la Línea de Pobreza por Ingresos, de acuerdo con el CONEVAL.
En 2020, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) también encontró que la población de adultos mayores presenta mayor incidencia de pobreza que el resto de las personas, pues están expuestos a la reducción de sus capacidades físicas y el retiro del mercado laboral, además de otras condiciones particulares de salud.
El acceso a la vivienda por parte de adultos mayores fue un tema muy comentado en redes sociales tras las declaraciones de Xóchitl Gálvez, pues aseguró que si alguien no tenía patrimonio a los 60 años, es “por güey”, cabe señalar que horas después la candidata a la presidencia de la coalición Fuerza y Corazón por México resaltó que sólo lo dijo contra Claudia Sheinbaum, quien busca la presidencia con Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo.
Cabe señalar que el porcentaje de población de 65 años o más con carencia por acceso a la seguridad social fue de 41.1% en 2016, 41.4% en 2018 y 28.8% en 2020, de acuerdo con el CONEVAL.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2020, 57.1% de la población cuenta con vivienda propia pagada y el 16.4% renta su hogar.
Los motivos que llevan a las personas a rentar son la falta de acceso a un crédito y la falta de recursos, principalmente (51.4%), el resto deciden rentar por la facilidad de poder mudarse (22.0%), porque la mensualidad es menor que una hipoteca (9.7%) o no les interesa comprar (5.4%), pero estas cifras dan cuenta de las diversas problemáticas que enfrenta la sociedad.
Además, el INEGI reportó en 2023 que muchas personas experimentaron dificultades para cubrir los créditos de sus viviendas durante la pandemia de coronavirus en 2020.
Otra situación en México es que 14 millones de familias no tienen medios para comprar o construir una vivienda, de acuerdo con la organización Hábitat para la Humanidad.
Si se toman en cuenta estas consideraciones, se puede deducir que las personas adultas mayores pueden tener dificultades de acceso a la vivienda propia, pues las condiciones de vida que presentan no comenzaron cuando cumplieron 65 años.
En el caso específico del Estado de México, menos de 16 por ciento de la población adulta mayor recibía dinero por pensión en 2010, siendo la pensión por jubilación la más importante para los varones y la de viudez para las mujeres, de acuerdo con Mariana Madrigal Martínez, investigadora de la Universidad Autónoma del Estado de México en su texto Ingresos y bienes en la vejez, un acercamiento a la configuración de la seguridad económica de los adultos mayores mexiquenses.
La razón por la que las adultas mayores tienen menos pensiones de jubilación es que dedicaron gran parte de su vida a los cuidados del hogar, por lo que tienen menos años trabajando, según Repercusiones del cuidado informal en la vida laboral y personal de las mujeres cuidadoras, una publicación de la Universidad de Murcia.
Además, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), tanto la configuración del sistema de pensiones como las características propias del mercado laboral en México son causantes de que los adultos mayores de 65 años requieran seguir trabajando para solventar sus gastos en la vejez, por lo que no pueden retirarse a la edad establecida de la jubilación.
Actualmente, el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores apoya de manera universal a mujeres y hombres mayores de 65 años en todo el país, el apoyo es de 4 mil 800 pesos bimestrales.