La historia del narcotráfico en Tamaulipas no podría contarse sin los vínculos entre algunos de sus gobernadores y el crimen organizado; señalamientos de corrupción, alianzas y enriquecimiento ilícito abundan en la política del estado y engloban a cuando menos 7 exmandatarios y su presunta colusión con el Cártel del Golfo y las escisiones que de él emanaron.
En febrero de 1963 asumió la gubernatura de Tamaulipas Praxedis Balboa Gójon, un hombre que vivió la Revolución Mexicana y se le consideraba cercano a los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles; sin embargo, también es recordado por incluir en su gabinete a Roberto Guerra Cárdenas, hermano de Juan Nepomuceno Guerra.
El hermano del fundador del Cártel del Golfo se convirtió en titular de la Oficina Fiscal del Estado, desde donde ayudó a Nepomuceno Guerra a dejar el contrabando de licores por el de toneladas de droga a Estados Unidos.
En palabras del politólogo Carlos F. Salinas citado en un texto de la revista Proceso publicado en 2008, fue durante la administración de Manuel Ravizé Richer (1969-1975) la primera en ser señalada por tener entre sus ”colaboradores de primer nivel a narcotraficantes”, aunque reconoce que el narco en Tamaulipas se consolidó bajo los mandatos de Enrique Cárdenas González (1975-1981), Emilio González Manautou (1981-1987) -en este periodo Jesús Roberto García Velasco, sobrino Juan Nepomuceno Guerra, se convirtió en alcalde de Matamoros- y Américo Villarreal Guerra (1987-1993).
La era moderna del narco en Tamaulipas
Después de la administración del padre del actual gobernador de Tamaulipas -también vinculado presuntamente al narco- vino la gestión de Manuel Cavazos Lerma (1993-1999), quien fue investigado en el sexenio de Felipe Calderón por presunta relación con el Cártel del Golfo y su posible participación en el asesinato del excandidato a la gubernatura Rodolfo Torre Cantú.
Sobre Cavazos Lerma pesó una investigación de Estados Unidos que lo ligaba a la red de lavado de dinero y sobornos del Cártel del Golfo que también involucraron a su sucesor y hoy preso Tomás Yarrington Ruvalcaba, en ese entonces secretario de Hacienda de Tamaulipas.
El siguiente en la lista negra de gobernadores fue Eugenio Hernández Flores (2005-2010), a quien detuvieron en octubre de 2017 (pasó 6 años en prisión) por fraude bancario y recursos de procedencia ilícita; sobre él también pesaron una investigación de la DEA y una solicitud de extradición de Estados Unidos por presuntos nexos con el narco; a pesar de ellos el Partido Verde Ecologista de México lo lanzó como aspirante a una curul en el Senado de la República.
Egidio Torre Cantú (2010-2016) se convirtió en candidato y gobernador luego del asesinato de su hermano Rodolfo; entre sus actos más recordados -además del presunto financiamiento del narco para su campaña- se encuentra la inauguración de una calle con el nombre de Juan Nepomuceno Guerra. Fue en 2015 y hasta corte de cinta y música en vivo hubo para “honrar” al histórico fundador del Cártel del Golfo.
La lista negra de los gobernadores de Tamaulipas la cierran Francisco García Cabeza de Vaca, a quien intentaron desaforar y la FGR solicitó una orden de aprehensión por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y fraude fiscal; además de que en el juicio contra Tomás Yarrington en Estados Unidos se le mencionó como benefactor del Cártel del Golfo. Al final las denuncias no prosperaron y Cabeza de Vaca hoy es parte del equipo de la aspirante presidencial, Xóchilt Gálvez, como asesor de seguridad.
Américo Villarreal tomó posesión del cargo en octubre de 2022 en medio de una serie de señalamientos que afirmaban había sido apoyada por la Columna Armada Pedro José Méndez, una especie de autodefensas liderada por Octavio Leal Moncada, un personaje ligado al Cártel del Golfo.
El otro presunto nexo de Américo Villarreal con el narco vendría de la mano del Cártel del Noreste (CDN). En marzo de 2021 el senador de Morena José Narro Céspedes colgó en sus redes sociales una imagen de él en compañía del entonces aspirante a la gubernatura y Gerardo Teodoro Vázquez Barrera comiendo en un restaurante al sur de la Ciudad de México
El único problema de la imagen es que a Vázquez Barrera lo conocen como “El Gerry”, presunto operador financiero del CDN, por lo que se extendió la teoría de que la campaña del gobernador de Tamaulipas fue financiada por el narco; en respuesta, Américo Villarreal dijo que la gente se le acerca a pedirle fotos.