Durante la temporada de primavera y verano, la población puede experimentar una serie de alteraciones en su salud por las altas temperaturas que se registran, uno de los padecimientos más habituales es el golpe de calor; sin embargo, no es lo único que se puede experimentar.
Otro trastorno que también puede provocar alteraciones en la salud de las personas es el estrés térmico, aunque no es tan conocido como el golpe de calor o la insolación, puede generar en la población síntomas que afectan la salud física, pero en especial la salud mental por el grado de estrés al que se somete el cuerpo.
En una publicación realizada en la Revista Global UNAM, Hugo Sánchez Castillo, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó en qué consiste el estrés térmico y los efectos negativos que puede generar en el organismo.
Cabe señalar que este padecimiento es principalmente psicológico, pero factores externos como exponerse al calor por tiempo prolongado y problemas para regular la temperatura corporal pueden desencadenar otro tipo de síntomas.
¿Qué es el estrés térmico?
De acuerdo con lo que explicó el especialista, se llama estrés térmico a la condición o estado que experimenta una persona cuando se expone a un aumento de la temperatura ambiental.
Es decir, el estrés térmico se origina cuando alguien se encuentra en un ambiente con altas temperaturas y en lugar de refrescarse, su calor corporal como ambiental van en aumento.
El padecimiento está particularmente asociado a un estrés psicológico —por no satisfacer la necesidad de refrescar el ambiente— y a un estrés metabólico, por la reacción del cuerpo ante las altas temperaturas. Según Sánchez Castillo, esta condición puede estar acompañada en ocasiones por hipertermia, situación en donde el cuerpo no puede regular la temperatura corporal elevada.
¿Qué origina el estrés térmico?
No solo las condiciones de calor en el ambiente propician a que una persona experimente estrés térmico, sino que hay otros factores que lo detonan y pueden representar un peligro para la salud.
El hacinamiento —como en el transporte público—, la falta de ventilación en lugares cerrados, la humedad en el ambiente son algunos detonantes del estrés térmico.
En oficinas o centros de trabajo la temperatura de equipos de cómputo, maquinarias y más propician a que aumente el calor. En consecuencia, las personas se encuentran constantemente expuestas al calor, por lo que el cuerpo experimenta un estrés que detona otro tipo de malestares, que en casos extremos pueden provocar la muerte.
“Es una situación que va sumando. Si vengo desde mi casa con esta sensación de calor, entro al metro lleno, llego a mi trabajo y siento el ambiente caluroso, ya es una acumulación de eventos que, sumados a las altas temperaturas, sitúan al trabajador o a cualquier persona en una situación incómoda donde incluso puede sentir tristeza o presentar un bajo rendimiento laboral”, agregó el especialista para la revista de la UNAM.
Síntomas del estrés térmico
Cuando una persona se encuentra en una situación constante de estrés térmico, puede empezar a experimentar una serie de efectos en su salud. De acuerdo con el especialista de la UNAM, este padecimiento no solo puede provocar efectos emocionales, sino que también físicos.
Algunos de los síntomas que provoca el estrés térmico son los siguientes:
- Afectaciones periféricas
- Problemas de sueño
- Sensación de vértigo, mareo
- Ansiedad
- Tristeza
- Bajo rendimiento laboral
- Accidente cerebrovascular (en casos muy severos)
- Muerte (en casos muy severos)
Las enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes, problemas cutáneos, afecciones de las glándulas sudoríparas, insuficiencia renal, trastornos gastrointestinales, epilepsia y enfermedades mentales incrementan la vulnerabilidad al estrés térmico por calor. Estas condiciones de salud complican la capacidad del cuerpo para regular su temperatura, exponiendo a los individuos a mayores riesgos durante las olas de calor.