La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha adquirido el apodo “Lolita”, un sobrenombre originado de una campaña publicitaria icónica diseñada para promover la cultura tributaria en México. Esta historia surge en un contexto donde la declaración anual 2024 encara a contribuyentes de distintas generaciones, abarcando desde marzo hasta abril tanto para personas morales como físicas.
Esta estrategia no solamente logró su objetivo, sino que también se implantó en el imaginario colectivo de varias generaciones, dejando un legado cultural destacable. La efectividad de la campaña se reflejó en el cambio de actitudes hacia el pago de tributos y engrandeció la figura de la SHCP en el panorama nacional. Además, la iniciativa reflejó cómo las estrategias comunicativas pueden moldear la percepción pública hacia las obligaciones fiscales.
El origen del apodo a SHCP
El apodo proviene de una época donde los medios digitales no estaban al alcance y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) funcionaba con una estructura mucho más compleja a la actual debido a a los trámites burocráticos. En 1978, el gobierno mexicano, intentó fomentar el cumplimiento fiscal entre los ciudadanos con una publicidad en la que participaron dos comediantes conocidos como “Los polivoces”.
La campaña destacó por un jingle memorable que contraponía los nombres “Lolita” y “Dolores”, simbolizando respectivamente el cumplimiento y la evasión de responsabilidades fiscales: cumplir con los impuestos traía consigo a “Lolita”, mientras que evadirlos conducía a “Dolores”, en referencia a las sanciones que una persona podría enfrentar si evitaba cumplir con sus declaraciones fiscales a tiempo.
En la estrategia publicitaria, los comediantes escribieron una pequeñas composición musical que se convertiría en un refrán: Cumples y te encuentras con Lolita. Fallas, y te encuentras con Dolores”. La anécdota de “Lolita” no solo es un reflejo de un método ingenioso para alentar la participación fiscal, sino que sirve como recordatorio de la importancia de . Conforme el país continúa avanzando hacia la era digital y adoptando nuevas tecnologías para facilitar el cumplimiento de las obligaciones tributarias, las lecciones aprendidas de estas campañas pasadas pueden seguir incentivando a la gente a estar informada en el presente.