El azúcar es un ingrediente que está presente en gran parte de los alimentos que consumimos en la actualidad, sobre todo aquellos que son procesados.
Y si bien la tarea de alejarnos de ella parece imposible, es importante esforzarnos por disminuir nuestro consumo de la misma, ya que, como sabemos, en exceso causa graves daños a la salud, sobre todo debido a que se trata de una de las causas principales de la aparición de la diabetes.
Es claro que hacerlo puede ser complicado, sobre todo debido a que el consumo regular de azúcar tiende a generar cierto grado de adicción, por lo que aquí te decimos cuáles son algunos consejos que puedes seguir para llevar a cabo este proceso de desintoxicación de manera paulatina.
Consejos para ayudar a tu cuerpo a eliminar y reducir los niveles de azúcar en la sangre:
-Cambia el tipo de azúcar que consumes: si bien como mencionamos antes dejar el azúcar de golpe puede ser difícil de lograr, una opción más fácil de implementar es buscar alternativas de endulzantes que sean mas saludables, tales como la miel y otros como el estevia natural.
-Suspende su consumo poco a poco: el azúcar puede generar dependencia, y al intentar disminuir su consumo es posible experimentar síntomas como cansancio, cefaleas, inquietud y variaciones significativas en el estado de ánimo.
Por esta razón es recomendable reducir paulatinamente la ingesta de azúcar, adoptando un enfoque diario. Las modificaciones graduales son más propensas a sostenerse en el tiempo.
-Procura evitar las bebidas azucaradas: las bebidas como los refrescos, jugos, té helado y similares contienen altos niveles de azúcar.
Por ejemplo, un refresco promedio incluye alrededor de nueve cucharaditas de azúcar, superando la recomendación diaria de la Asociación Americana del Corazón de no más de seis cucharaditas. Incluso el jugo de fruta, a menudo percibido como saludable, es básicamente azúcar en forma líquida y carece de nutrientes esenciales.
-Aumenta tu consumo de fibra: la fibra, especialmente la soluble, puede retardar la absorción de azúcar en el intestino, lo que a su vez ayuda a controlar los niveles de glucosa sanguínea. Además, contribuye a mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que significa que el cuerpo puede usar este hormona de manera más efectiva para gestionar el azúcar en la sangre.
-Destina un lugar bajo llave para guardar los dulces: si tu familia no está dispuesta a disminuir la ingesta de azúcar junto contigo, asigna un cajón específico de la casa para almacenar golosinas y alimentos azucarados. Al mantener estos productos fuera de tu vista, reducirás la tentación de consumirlos, permitiendo así que tu familia continúe con sus hábitos alimenticios habituales sin afectarte.
Cuáles son los riesgos a la salud del consumo de azúcar
El consumo excesivo de azúcar está asociado con una amplia gama de problemas de salud, entre los cuales se encuentran los siguientes:
- Obesidad: El azúcar aporta calorías vacías (sin nutrientes esenciales) y puede contribuir al aumento de peso al consumirse en grandes cantidades, lo cual aumenta el riesgo de obesidad.
- Diabetes tipo 2: Una dieta alta en azúcares puede conducir a la resistencia a la insulina, un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares: Estudios sugieren una relación entre el alto consumo de azúcar y el aumento del riesgo de enfermedades del corazón, debido a factores como aumento de la presión arterial y de los triglicéridos.
- Caries dental: El azúcar es un factor determinante en el desarrollo de caries, ya que alimenta a las bacterias que producen ácido en la boca, dañando el esmalte dental.
- Hígado graso no alcohólico: El consumo excesivo de azúcar, en particular de fructosa, está vinculado a un aumento en la acumulación de grasa en el hígado, lo que puede conducir a esteatohepatitis no alcohólica.
- Alteraciones en el metabolismo: La ingesta elevada de azúcar puede afectar el metabolismo, llevando a efectos como resistencia a la insulina, aumento en la grasa abdominal y alteraciones en los niveles de lípidos en sangre.
- Problemas de salud mental: Existe evidencia que sugiere una correlación entre una dieta alta en azúcares y un aumento del riesgo de depresión y ansiedad.
Para proteger la salud, las organizaciones de salud recomiendan limitar la ingesta de azúcares añadidos a menos del 10% del total de calorías diarias.