La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió importantes recomendaciones dirigidas a los consumidores que frecuentan restaurantes, resaltando las obligaciones inherentes a estos establecimientos.
En México, es común que al acudir a un restaurante, los clientes otorguen una propina como muestra de agradecimiento por el servicio recibido de los meseros.
Sin embargo, existe una “regla social” que establece un porcentaje sobre el total del consumo propio como referencia para esta propina, que generalmente oscila entre el 10% y el 15% de la cuenta a pagar.
Es relevante mencionar que en ciertas ocasiones, esta cantidad se incluye directamente en el recibo de pago, práctica que no está permitida por ley.
¿Es obligatoria la propina?
El artículo 10 de la Ley Federal del Consumidor establece claramente que los proveedores no pueden emplear métodos o prácticas comerciales coercitivas o desleales, ni imponer cláusulas o condiciones abusivas en el suministro de productos o servicios.
Por lo tanto, no pueden exigir el pago de la propina como parte obligatoria de la cuenta. Mientras, la Profeco enfatiza que la propina es voluntaria y no puede ser incluida en la cuenta sin el consentimiento del cliente.
Es decir, queda a criterio del consumidor decidir cuándo otorgarla y en qué cantidad, ya que no existe una ley que regule específicamente el monto de la misma.
En caso de detectar alguna irregularidad por parte del personal de un establecimiento, Profeco facilita el proceso de denuncia.
Los consumidores pueden enviar su queja al correo electrónico denunciasprofeco@profeco.gob.mx, proporcionando información detallada como el nombre del proveedor y su dirección completa, incluyendo calle, número, colonia, alcaldía/municipio, estado y código postal.
Es fundamental que los consumidores estén informados sobre sus derechos y sepan cómo actuar en caso de enfrentar situaciones que violen dichos derechos.
Por igual, se hace la recomendación de la institución federal que los usuarios revisen su cuenta y cargo que no reconozcan, deberán cuestionar al encargado sobre ello, quien debe explicarle de que se trata, porque si se hace un cargo sin autorización, es catalogada como “práctica comercial abusiva”.
La Profeco se mantiene como un aliado importante en la protección de los derechos de los consumidores, asegurando que se respeten las normativas establecidas y promoviendo una relación justa entre proveedores y consumidores en el sector de la restauración.