Águilas, coyotes y más: estos animales puedes encontrar en el Parque Nacional del Ajusco

Al Sur de la Ciudad de México (CDMX) se encuentra uno de los pulmones más relevantes para la capital. Ubicado en la alcaldía de Tlalpan, el Parque Nacional Cumbres del Ajusco ha sobrevivido a la expansión de la mancha urbana e, incluso, es el hogar de cientos de especies endémicas que pueden ser avistadas por quienes caminen en su interior.

Debido a que cuenta con un par de elevaciones, es decir el Pico del Águila y La Cruz del Marqués, sumamente visitadas por personas que gustan de realizar caminatas y escalar montañas, el Parque Nacional del Ajusco recibe visitas concurrentes. A pesar de la presencia humana, es posible ver algunos ejemplares de fauna poco común en la capital.

De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México (CDMX), en algunas regiones del parque es posible hallar a más de 138 especies de animales, divididas entre anfibios, reptiles, aves y mamíferos. De igual manera, de acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp):

“En la Sierra del Ajusco existen 10 especies endémicas, que representan una quinta parte (19.2 por ciento) del total registrado. Este alto endemismo se atribuye a la compleja historia geológica y a las características fisiológicas de la región, que generaron una enorme variedad de microhabitat y toda vez que las Cumbres del Ajusco son parte de la Franja Volcánita Transmexicana (FVT)”.

Si bien en las páginas web oficiales, dedicadas a la difusión de información sobre el Parque Nacional Cumbres del Ajusco, no existe un registro preciso de las especies que pueden encontrarse en el territorio, en el sitio INaturalistMX existe una referencia de las especies que han sido avistadas. De esa forma, es posible observar animales como:

• Lagartija espinosa del Anáhuac.
• Lagartija Espinosa del Mezquite.
• Cascabel Transvolcánica.
• Lagartija Alicante Neovolcánico.
• Zacatonero Serrano.
• Camaleón de Montaña.
• Babosa Tigre.
• Aguililla de Cola Roja.
• Chara Copetona.
• Bajapalos enano.
• Zorro.
• Culebra Parda Mexicana.
• Chipe Rojo.
• Junco Ojos de lumbre.
• Lagartija espinosa de collar.
• Conejo serrano.
• Teporingo.
• Tlacuache.
• Zorrillo.
• Pájaro carpintero bellotero.

El Parque Nacional Cumbres del Ajusco es un emblemático espacio de conservación y recreación situado en la Ciudad de México. Este parque, establecido oficialmente el 23 de septiembre de 1936 por el presidente Lázaro Cárdenas, cubre una superficie aproximada de 920 hectáreas. Su creación formó parte de un esfuerzo más amplio por preservar los recursos naturales y áreas verdes cercanas a la creciente mancha urbana de la capital mexicana.

El Ajusco, palabra que proviene del náhuatl “Axoxco”, que significa “lugar donde se hacen aguas”, es la montaña más alta de la Ciudad de México, con el Pico del Águila y la Cruz del Marqués siendo sus cimas más reconocidas, alcanzando alturas de más de 3,900 metros sobre el nivel del mar. Este parque nacional se caracteriza por su diversidad ecológica, albergando bosques de pino, encino y oyamel, que son hogar de una vasta gama de especies de fauna y flora, incluyendo aves rapaces, reptiles y una variada gama de mamíferos.

Desde su creación, Cumbres del Ajusco ha sido un punto de referencia para actividades recreativas y deportivas como el senderismo, ciclismo de montaña, montañismo y, en temporadas invernales, es frecuente que sus pendientes se cubran de nieve, atrayendo a residentes y turistas para la práctica de deportes invernales.

Además de ser un oasis de naturaleza dentro de la urbanización, el parque juega un papel crucial en la regulación hídrica y la captura de carbono, contribuyendo de forma significativa a la calidad del aire y la mitigación de los efectos de la contaminación en la Ciudad de México.

A lo largo de los años, el Parque Nacional Cumbres del Ajusco ha enfrentado desafíos como el avance de la urbanización irregular y la deforestación. Sin embargo, gracias a los esfuerzos conjuntos de autoridades y organizaciones civiles, sigue siendo un bastión de la biodiversidad y un pulmón vital para la capital del país, subrayando la importancia de su preservación para las futuras generaciones.