La noche del domingo 7 de abril se llevó a cabo el primer debate presidencial organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE), en donde Claudia Sheinbaum Pardo, Xóchitl Gálvez Ruiz y Jorge Álvarez Máynez intercambiaron sus puntos de vista sobre Salud y Educación; Transparencia y Rendición de Cuentas; así como Combate a la Corrupción, Atención a Grupos Vulnerables y Violencia contra las Mujeres.
Más allá de lo que marcan las encuestas sobre cuál fue la candidata que ganó el intercambio de ideas, lo cierto es que en 30 años de historia de este ejercicio democrático, por primera vez se presentaron dos ausentes, dos elementos que por años marcaron la agenda política de México y parecían inamovibles de dicha posición de poder mediático.
En el primer caso se encuentra el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien tras su triunfo en el 2018 resultaba obvio que no volvería a un debate, debido a que la ley impide una reelección; sin embargo, el caso que más resaltó fue la ausencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el instituto político que por décadas encabezó la titularidad del ejecutivo.
¿Qué pasó con el PRI?
Sería inadecuado decir que el tricolor no participó en el debate, debido a que se encuentra representando en la candidatura de Xóchitl Gálvez Ruiz; no obstante, al representar a la coalición Fuerza y Corazón por México, la independencia de los partidos se ve comprometida puesto que se privilegia la imagen de alianza.
Y eso fue lo que le ocurrió al partido que se fundó en 1929 durante la disertación de los tres candidatos a la Presidencia de la República, ya que la mención de éste se limitó a señalar presuntos casos de corrupción, además de ser apuntado como un instituto que reúne a una cuestionable clase política.
El primer señalamiento se dio durante los primeros minutos del ejercicio democrático y salió a relucir por la propia representante del priismo en esta elección, puesto que recriminó al candidato de Movimiento Ciudadano (MC) por haber militado en el pasado en el Revolucionario Institucional.
La mención anterior ocasionó que Álvarez Máynez recordara que Gálvez Ruiz que es cercana del actual presidente del partido, Alejandro Alito Moreno Cárdenas; del expresidente del PRI y actual candidato a senador, Manlio Fabio Beltrones; y su representante en Nuevo León, Francisco Paco Cienfuegos, recientemente acusado de supuesto desvío de dinero público.
“Eres la candidata del peor PRI de la historia”
Pese a estos señalamientos, no existió una defensa sobre estos personajes o los actos contra la población que habrían realizado las administraciones priistas.
A lo anterior se sumó el contaste señalamiento a la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) por parte de la militante del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), quien pocas veces se refirió a Gálvez Ruiz por su nombre y, por el contrario, la nombró en diversas ocasiones como la “candidata del PRIAN”.
Fuera de estos “malos señalamientos” poco se pudo observar del PRI como parte de la candidatura, ya que, incluso, se le nombró más a Acción Nacional como el eje rector de la campaña de la candidata de la oposición.
Lo anterior, reavivó una discusión en redes sociales sobre si fue la decisión correcta del tricolor de ir en alianza o debieron decantarse por ir en solitario, tanto así que el nombre de Beatriz Paredes reapareció como la “opción que se dejó ir” durante el proceso interno del Frente Amplio por México que se vivió a mediados del año pasado.
“Les dije que impulsáramos a Beatriz Paredes”, “Beatriz Paredes al menos no la hubiera cagad* tan seguido”, “a punto de llamar a Beatriz Paredes”, “en otro universo están debatiendo Marcelo Ebrard, Patricia Mercado y Beatriz Paredes”, “espués de este debate, me cae de madr* que @BeatrizParedes hubiera sido mejor candidata”, fueron algunos de los cometarios que se leyeron en redes.
En 2029 el PRI cumplirá 100 años de historia, mismos que podrían verse opacados por el poco protagonismo que tiene actualmente el partido, mismo que ha quedado reducido a casi un satélite en el sistema político mexicano y que ya es evidente desde el presente proceso electoral.