En la constante batalla por preservar la salud pública, la medicina preventiva emerge como un faro orientador y una herramienta esencial en el arsenal de la atención médica contemporánea.
Más que simplemente reaccionar ante enfermedades -como desafortunadamente suele ocurrir en la mayoría de los casos de los países en Latinoamérica- la medicina preventiva representa un enfoque proactivo hacia el bienestar, destacando la importancia de prevenir y detectar a tiempo condiciones que podrían afectar la calidad de vida o atentar contra la misma.
Además, en un contexto donde los sistemas de salud de nuestros países enfrentan desafíos cada vez más complejos y recursos limitados, invertir en la promoción y práctica de la medicina preventiva no sólo resulta sensato, sino también un deber ético. La prevención no sólo conlleva ahorros económicos y de recursos, sino que también otorga a las personas el poder de gestionar su propia salud, cambiando la trayectoria de la enfermedad hacia una historia de empoderamiento y bienestar a largo plazo.
Las vacunas: el hito en prevención que está en riesgo
Hoy más que nunca sabemos que las vacunas son una herramienta poderosa para prevenir enfermedades y salvar vidas. Lo vivimos con la emergencia sanitaria por COVID-19, sin embargo, la inmunización evita entre 3.5 y 5 millones de muertes cada año debido a enfermedades como la difteria, el tétanos, la tos ferina, la gripe y el sarampión.
A pesar de esto, en años recientes la vacunación ha sufrido afectaciones en los países de América Latina y el Caribe. En la última década, UNICEF ha señalado que esta región ha experimentado un descenso significativo en las tasas de vacunación infantil, pasando de ser una de las más altas a encontrarse entre las más bajas a nivel mundial. De acuerdo con las estimaciones más recientes de OMS y UNICEF, el declive en las tasas de vacunación en América Latina y el Caribe ha dejado desprotegidos frente a enfermedades prevenibles mediante la vacunación a 2.4 millones de niños, lo que representa uno de cada cuatro menores de un año.
Definitivamente no debemos permitir que estas alarmantes cifras avancen. La inmunización es un pilar de la medicina preventiva y un derecho humano incuestionable, sin dejar de mencionar el impacto positivo que tiene en los presupuestos en los diferentes sistemas de salud.. Además de prevenir y controlar brotes de enfermedades infecciosas, las vacunas sostienen la seguridad sanitaria a nivel global.
VRS, uno de los virus más comunes que ya se puede prevenir
A pesar de su enfoque principal en la población pediátrica durante décadas, el virus respiratorio sincicial (VRS), reconocido como una causa de bronquiolitis viral en bebés desde hace casi 70 años, ha emergido como un patógeno cada vez más reconocido y peligroso para los adultos. Sin embargo, su impacto en la población pediátrica es alarmante: se estima que cada año hay 6,6 millones de casos de VRS en bebés menores de seis meses, con aproximadamente 45 mil muertes debido a complicaciones asociadas con la infección. La mayoría de estas muertes ocurren en países en desarrollo incluyendo los de América Latina.
En vista de esta situación y considerando la falta de un tratamiento antiviral efectivo contra esta enfermedad, la vacunación emerge como una herramienta crucial para combatirla.
En ese sentido, Pfizer ha desarrollado una nueva vacuna materna contra el Virus Sincicial Respiratorio (VRS), con la capacidad de aprovechar la protección natural que la madre brinda a los bebés en desarrollo mediante la transferencia de anticuerpos en el útero. Esta vacuna proporciona una herramienta adicional para alcanzar el crucial objetivo de reducir la tasa mundial de mortalidad y morbilidad infantil asociada con esta enfermedad sumándose al objetivo de salud preventiva al que hago énfasis y que tanto se necesita en nuestros países en las Américas.
Vale mencionar que Argentina ya ha comenzado a inmunizar a su población contra el VRS desde este año y las autoridades en Brasil dieron recientemente la aprobación a esta vacuna, lo cual representa un ejemplo de los esfuerzos que pueden y deben hacerse de manera urgente.
Día Mundial de la Salud
La salud es un concepto complejo y dinámico. Incluso la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reconoce la complejidad de la salud en nuestro presente dado que generalmente se examina desde una perspectiva de pérdida, enfocándose en enfermedades o riesgos. En un escenario ideal, las personas deberían alcanzar su máximo potencial a través de la salud previniendo cualquier enfermedad.
Sobran razones para apostar por la prevención en la salud y, en el marco del Día Mundial de la Salud, sólo me resta invitar a la reflexión de cómo podemos seguir sumando acciones desde cada uno de nuestros rubros para lograrlo.
Ya lo hemos hecho antes y podemos volver a impulsarlo.
*La Dra. Yéssika Moreno es Directora de Asuntos Médicos para América Latina en Pfizer desde julio de 2023 en donde tiene a su cargo la implementación de estrategias médicas en apoyo de las áreas terapéuticas de Pfizer en toda la región. Antes de este cargo, fungió durante 3 años como Directora Médica para Pfizer México y cuenta con 22 años de experiencia en la Industria Farmacéutica.