Cuáles son las consecuencias después de que México rompió relaciones diplomáticas con Ecuador

A lo largo de la historia, México ha puesto fin a sus relaciones diplomáticas con varios países. La última vez que esto ocurrió fue en 1979, cuando el presidente José López Portillo decidió romper su vínculo con el gobierno nicaragüense de Anastasio Somoza. A 45 años de ello, el evento se vuelve a repetir, pero con otra nación latinoamericana: Ecuador. Al respecto, surge la duda: ¿qué consecuencias provocará esta decisión?

De acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a partir del 5 de abril de 2024, México puso fin oficialmente a las relaciones diplomáticas con Ecuador.

Según se informó, la decisión fue instruida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que durante la noche del viernes elementos de la policía de Ecuador ingresaron por la fuerza a la embajada mexicana ubicada en Quito para aprehender al exvicepresidente Jorge Glas Espinel, quien se encontraba refugiado en la sede diplomática de México desde diciembre de 2023.

“Ante la brutal irrupción perpetrada por la policía de Ecuador a la embajada mexicana (...), y de acuerdo a la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador, México anuncia el rompimiento de relaciones diplomáticas con ese país”, anunció la cancillería mexicana.

Esto se debe en gran parte a que, tal como menciona el artículo 22 de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, las embajadas son inviolables, además de que para que personal del país sede puedan ingresar a ellas deberán contar con el consentimiento del jefe de la misión; hecho que no ocurrió en Ecuador.

A continuación, te explicamos cuáles serán las principales consecuencias que provocará esta situación.

De acuerdo con el artículo 45 de la Convención de Viena, cuando se presente ruptura de relaciones diplomáticas entre dos Estados, o si se pone término a una misión de modo definitivo o temporal:

• El Estado receptor estará obligado a respetar y a proteger, aun en caso de conflicto armado, los locales de la misión así como sus bienes y archivos.
• El Estado acreditante podrá confiar la custodia de la embajada, así como sus bienes y archivos, a un tercer Estado aceptable.

Esto se debe a que ante la ruptura de relaciones diplomáticas, tanto México como Ecuador suspenderán sus actividades y cerrarán sus embajadas y consulados presentes en el otro país.

Esto se confirma con lo expuesto por la SRE, quien anunció que el personal diplomático de México en Ecuador abandonará ese país de inmediato ―acción que se prevé será imitada por el personal ecuatoriano―.

Aquí se hace evidente la primera consecuencia, pues los servicios consulares para ciudadanos de ambos países, como la emisión de visados, asistencia legal y protección se verá suspendida en ambos países.

En esa línea, es importante destacar que los ciudadanos que viven, trabajan, estudian o viajan entre los dos países pueden enfrentar dificultades adicionales. Esto puede incluir problemas para obtener o renovar documentación, mayor escrutinio en las fronteras, o dificultades para la repatriación en casos de emergencia.

A efecto inmediato, las vías de comunicación directa entre los gobiernos se ven comprometidas, por lo que ahora México y Ecuador realizarán cualquier tipo de diálogo o negociaciones oficiales únicamente a través de intermediarios o en foros internacionales.

Por su parte, dependiendo de la gravedad de la situación, los acuerdos comerciales, tratados de cooperación y otros pactos bilaterales pueden verse suspendidos o terminados, lo que podría tener repercusiones económicas para ambos países.

En los casos más graves, el romper relaciones diplomáticas podría generar consecuencias al país que ha sido objeto de la ruptura, como aislamiento en la esfera internacional; especialmente si la decisión es seguida por otros Estados, lo cual puede afectar su economía, política exterior e influencia regional o global.

Por tal motivo, y a menudo, organismos internacionales o países terceros intervienen como mediadores para facilitar una solución diplomática al conflicto.

Por otra parte, esta acción también aumenta tensión social en ambos países, lo que podría provocar protestas o conflictos internos, así como también sería posible que el intercambio cultural y la comunicación entre las personas se vea afectado.

Según refiere el artículo 2 del Convención de Viena, para que México y Ecuador retomen las relaciones diplomáticas, ambos países deberán aceptarlo por acuerdo mutuo.

Al respecto, destaca que la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado este 6 de abril en el que señala la necesidad de una reunión del Consejo Permanente para abordar el tema y encontrar una solución.