Existen muchos alimentos que son buenos para la salud de nuestra piel y que nos ayudan a subsanar la pérdida de colágeno que ocurre de manera natural a partir de los 25 años. A partir de esta edad es importante incluirlos en nuestra dieta, pues el colágeno es una importante proteína que nos ayuda a mantener la apariencia juvenil de la piel pero también una correcta movilidad y salud en las articulaciones.
En este sentido, uno de los mejores alimentos que se pueden consumir para generarlo son las proteínas, entre las que se encuentran los llamados pescados azules, a los cuales se les reconoce su valor nutricional por su elevado contenido de omega 3.
Y a pesar de que durante mucho tiempo se ha señalado que el salmón es una de las mejores fuentes de esta grasa saludable (y de los mejores pescados azules que se pueden consumir) lo cierto es que su precio puede llegar a ser elevado y poco accesible para toda la población.
Sin embargo, existe otra opción que aporta el mismo contenido de omega 3 y que es mucho más accesible, nos referimos a otro importante pescado azul, las sardinas.
La importancia del omega 3 radica en que se trata de una grasa saludable llena de antioxidantes que ayuda a prevenir el envejecimiento celular y promueve la producción colágeno, la proteína vital para la salud de la piel.
Lo mejor de la sardina es que también aporta muchos otros importantes nutrientes que brindan otros beneficios, por lo que será un aliado importante para tu salud, ya que también aporta importantes cantidades de calcio y vitamina del grupo B y D.
Cuáles son los beneficios del consumo de sardinas
Tal como mencionamos antes son muchos los beneficios del consumo de este alimento, entre los cuales se encuentra los siguientes:
- Ricas en omega-3: Las sardinas son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que contribuyen a la salud cardiovascular, ayudando a reducir la presión arterial y el riesgo de formación de coágulos sanguíneos.
- Alto contenido proteico: Proveen proteínas de alta calidad, esenciales para la reparación y construcción de tejidos, así como para el mantenimiento de una masa muscular adecuada.
- Fuente de vitamina D: Este pescado es una de las fuentes naturales más ricas en vitamina D, vital para la salud ósea y la absorción de calcio.
- Ricas en calcio: Aparte de la vitamina D, las sardinas aportan una cantidad significativa de calcio, especialmente si se consumen con sus huesos, lo que es beneficioso para la salud ósea y dental.
- Contienen minerales esenciales: Las sardinas son fuente de minerales como el fósforo, magnesio, potasio, hierro y zinc, importantes para la salud del sistema inmunológico, la producción de energía y la función muscular y nerviosa.
- Aportan vitaminas del grupo B: Son ricas en varias vitaminas B, incluyendo B12, importante para la salud del sistema nervioso y la producción de células sanguíneas rojas.
- Propiedades antiinflamatorias: Por su alto contenido en omega-3, las sardinas tienen propiedades antiinflamatorias, que podrían ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas.
Incorporar sardinas a la dieta regular puede ser una manera excelente de obtener estos nutrientes esenciales de manera natural.