A lo largo de su trayectoria criminal, el narcotraficante Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán fue capturado en tres ocasiones y protagonizó dos fugas de prisión. Para tener protección tras las rejas, el Cártel de Sinaloa tuvo que pagar a funcionarios mexicanos un soborno millonario que garantizara la seguridad del capo sinaloense.
La primera captura de ‘El Chapo’ se realizó el 9 de junio de 1993 en Guatemala, luego del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. La detención se llevó a cabo en el puente internacional del Talismán, sobre el río Suchiate.
Si bien para aquel entonces ‘El Chapo’ aún no se posicionaba como uno de los narcotraficantes más poderosos de México, mantenía contacto con otros operadores de la droga de mayor renombre, como Rafael Caro Quintero.
Dado que se trataba de su primera detención, Caro Quintero e Ismael ‘El Mayo’ Zambada —quien actualmente es el máximo líder del Cártel de Sinaloa— pagaron dos millones de dólares (que actualmente equivalen a poco más de 33 millones de pesos) para proteger a su socio en prisión.
De acuerdo con el periodista Lemus Barajas, el dinero fue entregado a Genaro García Luna, quien para esa época se desempeñaba como espía del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Lemus Barajas indica en su libro El Licenciado. García Luna, Calderón y el narco (HarperCollins, 2020), que un narcotraficante conocido como José Luis Reyna dio a conocer que la finalidad del pago era que ‘El Chapo’ tuviera protección “en cualquier prisión a la que fuera enviado”.
Los dos millones de dólares fueron entregados por otros operadores del Cártel de Sinaloa: Jesús Zambada García (hermano de ‘El Mayo’) y Dámaso López Núñez, alias ‘El Licenciado’. El lugar y la fecha de la transacción se mantienen como una incógnita.
Antes de ser encerrado en el penal de máxima seguridad de ‘El Altiplano’ —ubicado en el municipio de Almoloya de Juárez en el Estado de México—, ‘El Chapo’ Guzmán recibió la visita de García Luna mientras se encontraba en los separos de la entonces Policía Federal Preventiva (PFP) en la Ciudad de México.
Según Lemus, ‘El Chapo’ propuso seis acuerdos y un pago mensual de 100 mil dólares a funcionarios del Cisen y la Procuraduría General de la República (PGR). Las demandas del capo sinaloense eran: una celda exclusiva para él, comunicación con el exterior, protección, elección de sus custodios, una televisión y ser trasladado al penal de Puente Grande.
Aunque las peticiones se cumplieron, ‘El Chapo’ tuvo que pasar dos años en el penal de El Altiplano antes de ser asignado al de Puente Grande, en Jalisco. Sin embargo, el 19 de enero de 2001 se dio a conocer que el narcotraficante nacido en Sinaloa se había fugado de dicha prisión con la presunta ayuda de García Luna.
Aunque tomaron caminos distintos, los destinos de ‘El Chapo’ y García Luna se encontrarían años después. El exlíder del Cártel de Sinaloa fue capturado por tercera ocasión en enero de 2016. Al siguiente año fue extraditado a Estados Unidos, donde fue condenado a cadena perpetua más 30 años de prisión por narcotráfico y delincuencia organizada.
García Luna, por su parte, se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública (SSP) en el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), tiempo durante el que mantuvo nexos con el crimen organizado. En 2019 fue detenido en territorio estadounidense y en 2023 fue declarado culpable de narcotráfico. Su sentencia está programada para el próximo mes de junio.