La Comisión Nacional del Agua (Conagua)informó que hasta la última semana de marzo, el nivel de almacenamiento de agua potable en México se encontraba al 47% mientras que el Sistema Cutzamala disminuyó al 36%, situación que compromete la disponibilidad de líquido para millones de personas en los próximos meses.
Debido a que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador culmina a finales de septiembre de 2024, el Partido del Trabajo propuso en el Senado un plan para obligar al próximo gobierno a diseñar y ejecutar un plan transexenal de Infraestructura Hidráulica.
Se trata de un plan para modernizar la infraestructura hidráulica y concientizar a la población sobre el cuidado y preservación de nuestros recursos acuíferos, explicaron las legisladoras Geovanna Bañuelos de la Torre y Cora Cecilia Pinedo Alonso.
Para el grupo parlamentario del PT, resulta preocupante que aún no exista un proyecto eficaz para el cuidado y conservación del agua, pues “a pesar de que el Gobierno Federal apoye distintas infraestructuras, aún queda mucho por hacer para garantizar en su totalidad este derecho humano”.
Debido a los problemas que enfrenta el Valle de México para garantizar el abasto de agua potable para millones de habitantes, la Conagua aumentó la extracción en los pozos del Acuífero de Zumpango, además de otros pozos en la zona de Lerma, en el Estado de México
México enfrenta una crisis hídrica intensificada por la combinación de factores como sequías prolongadas, el incremento de la población, el cambio climático y la contaminación ambiental.
Las regiones del norte y centro están entre las más afectadas, viéndose obligadas a gestionar con una oferta hídrica considerablemente reducida.
Según datos del Banco Mundial, el país ha visto disminuir su disponibilidad de agua de forma alarmante, pasando de 10 mil metros cúbicos por persona en 1960 a sólo 4 mil en 2012. Se proyecta una caída por debajo de los 3 mil metros cúbicos para 2030.
Diversos estados mexicanos han sido escenario de conflictos sociales vinculados a la distribución de agua. Un ejemplo reciente es Nuevo León, donde las sequías han mermado las reservas de sus presas a mínimos históricos, causando demandas urgentes de suministro por parte de la población.
A nivel nacional, la capacidad promedio de almacenamiento de las presas es apenas del 44.6%. En estados como Morelos, San Luis Potosí y Querétaro, la situación es particularmente crítica, con presas operando entre un 13% y 7.1% de su capacidad.
La situación se agrava por el alto grado de contaminación de los cuerpos de agua, con estimaciones indicando que el 80% de estos están contaminados por descargas industriales.
Este nivel de contaminación no solo representa un riesgo para la salud de la población y la biodiversidad dependiente del recurso hídrico, sino que también ha convertido a México en el mayor consumidor de agua embotellada a nivel mundial.
Legisladores del PT han señalado que, aunque la mayoría de los mexicanos tienen acceso a agua potable, la escasez y la intermitencia en el suministro plantean desafíos significativos, por esa razón presentaron una iniciativa para abordar esta problemática ante las comisiones de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos Segunda.
México enfrenta varios desafíos en materia de agua potable, destacándose la distribución desigual de los recursos hídricos, contaminación de cuerpos de agua, infraestructura inadecuada y efectos del cambio climático.
La sobreexplotación de acuíferos en zonas áridas y semiáridas ha llevado a una disminución de la disponibilidad del recurso, mientras que la contaminación por actividades industriales, agrícolas y urbanas compromete la calidad del agua disponible. La falta de inversión y mantenimiento en la infraestructura hídrica dificulta el acceso a agua potable y saneamiento básico para una parte significativa de la población.