¿La polio causa parálisis flácida aguda? Tlaxcala reporta 81 casos de este síndrome

La Secretaría de Salud implementa medidas urgentes en 30 municipios tras el alarmante aumento de la enfermedad, enfocándose en la vital atención a afectados

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La parálisis flácida aguda puede presentarse después que una persona se expone al virus de la  polio. (Imagen ilustrativa Infobae).
La parálisis flácida aguda puede presentarse después que una persona se expone al virus de la polio. (Imagen ilustrativa Infobae).

La Secretaría de Salud (SSA) está tomando medidas inmediatas en respuesta a un brote de parálisis flácida aguda (PFA) reportado en el estado de Tlaxcala. Hasta la fecha, se han registrado 81 casos de esta afección, que ha impactado a 30 municipios de la región, según la información proporcionada hasta la semana epidemiológica número 12.

Este aumento preocupante en los casos de PFA en Tlaxcala llama la atención sobre la necesidad urgente de intervención para controlar su expansión y tratar a los afectados. La parálisis flácida aguda es una condición grave que requiere atención médica especializada, dado que puede provocar debilidad muscular y, en casos severos, afecta la respiración y la movilidad de las personas. La presencia de este síndrome puede iniciar con un virus peligroso para los menores de cinco años.

¿La polio causa parálisis flácida aguda?

La poliomielitis, también conocida como polio, está causada por el poliovirus salvaje y una forma derivada de la vacuna, resultando principalmente en una condición conocida como Parálisis Flácida Aguda (PFA). En los últimos años, se ha observado un incremento en los casos de poliomielitis asociados al poliovirus derivado de la vacuna, el cual se ha convertido en la principal causa de infección de esta enfermedad a nivel global. Este virus se encuentra sobre todo en naciones que aplican la vacuna oral con virus atenuado.

La polio  afecta más a los niños menores de cinco años. (Archivo).
La polio afecta más a los niños menores de cinco años. (Archivo).

El poliovirus derivado de la vacuna circula principalmente en regiones que utilizan una formulación oral de la vacuna contra la polio, que contiene un virus debilitado. Esta versión del virus ha provocado la mayoría de nuevos casos de la enfermedad en todo el planeta. La Organización Panamericana de Salud (OPS) describe la enfermedad como un tipo de parálisis aguda que puede dejar secuelas permanentes similares a las observadas en pacientes de poliomielitis después de 60 días, o bien, en casos donde no se ha seguido el progreso del paciente, o ha ocurrido un fallecimiento sin que haya sido posible obtener muestras de heces en los 15 días subsecuentes a la aparición de la parálisis.

Es importante destacar que la poliomielitis ha sido objeto de intensos esfuerzos internacionales para su erradicación, utilizando tanto la vacuna oral como inyectada, esta última no asociada con la circulación del virus derivado de la vacuna. La aparición de casos de poliomielitis asociados a la vacuna subraya la complejidad de los esfuerzos de erradicación y la necesidad de adoptar estrategias de inmunización que minimicen los riesgos de circulación del virus derivado de la vacuna.

La OMS vigila la presencia de la parálisis flácida aguda para identificar los países con polio. (Europa Press).
La OMS vigila la presencia de la parálisis flácida aguda para identificar los países con polio. (Europa Press).

El reciente estudio publicado en International Jorunal of Environ Res Public Health condujo a una relevante observación sobre las consecuencias no deseadas asociadas con el programa de vacunación contra la polio, el cual indica un vínculo entre la frecuencia de administración de vacunas orales contra la poliomielitis (OPV) y el aumento en casos de parálisis flácida aguda no poliomielítica (NPAFP). Un hallazgo crucial de esta investigación es que la disminución en el número de dosis de OPV administradas se correlaciona con una reducción en la tasa de NPAFP, sugiriendo una posible relación causal entre estos elementos.

La investigación se apoya en datos y análisis de precedentes en Finlandia y Turquía, donde estudios han asociado el síndrome de Guillain Barré (SGB), una posible manifestación de NPAFP, con las campañas de vacunación de OPV. El Instituto de Medicina respalda la plausibilidad biológica de que la OPV pueda causar GBS, basándose en un diferencial de riesgo estimado. Similares incrementos en la tasa de NPAFP fueron observados en Uttar Pradesh (UP) y Bihar, India, particularmente tras la implementación de múltiples rondas de vacunación en un año.

¿Cómo se contagia la polio?

Uno de los pilares fundamentales en la lucha contra la poliomielitis a nivel global es la vigilancia exhaustiva de la parálisis flácida aguda (PFA), según se informa desde distintas instituciones dedicadas a la salud. Este método implica la notificación y análisis de casos de PFA en laboratorios acreditados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El virus de la polio se transmite de persona a persona y se puede contraer cuando el agua está contaminada. (Imagen ilustrativa Infobae)
El virus de la polio se transmite de persona a persona y se puede contraer cuando el agua está contaminada. (Imagen ilustrativa Infobae)

El virus de la poliomielitis puede ser transmitido por personas infectadas, incluso en casos donde no se desarrollen síntomas visibles de la enfermedad, a través de las heces o mediante gotículas expulsadas al toser o estornudar, un mecanismo que facilita su diseminación. Este agente patógeno, altamente contagioso, penetra en los individuos sanos principalmente por la boca debido a prácticas de higiene deficientes.

Una de las vías más comunes de transmisión del virus de la poliomielitis incluye el contacto indirecto con agua contaminada por excrementos que contienen el patógeno. Esta forma representa un riesgo significativo para la salud pública, especialmente en áreas donde el acceso a saneamiento básico y agua potable es limitado o inexistente. La falta de medidas preventivas adecuadas, como el lavado frecuente de manos, la higiene al toser o estornudar, y el tratamiento adecuado del agua, contribuyen enormemente a la propagación del virus, según Mayo Clinic.

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