El camino de un artista no es fácil, requiere sacrificios y sobre todo fracasos, nadie llega a la cima de la noche a la mañana ni mucho menos se puede ser alguien destacado sino hay anécdotas memorables sobre lo que se padeció para llegar a lo más alto de la montaña. A veces el talento se tiene pero los medios para sacarlo adelante pueden escasear, a veces por falta de tiempo, edad o dinero.
Gabriel García Márquez en una etapa complicada de su vida salió de Colombia para refugiarse en México, nación que lo acogió como a su propio hijo y dónde desarrolló una de sus más grandes obras, así lo relató él en vida, durante diferentes entrevistas. parte de los increíbles paisajes que albergan las tierras aztecas, le fueron suficientes para crear nuevos mundos, tal como lo fue con Macondo, de dónde se presume él se inspiró en Acapulco para su creación.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas, Gabo, pasó penurias y carencias, así lo relataba, tanto que junto con su esposa en las últimas del mes de agosto de 1966, acumulando deudas y un futuro incierto, lo único que les quedó para poder mandar un manuscrito a Buenos Aires fue ir al centro histórico de la Ciudad de México para empeñar sus cosas en el Monte de Piedad.
Volvieron a casa, empeñaron la estufa, el secador y la licuadora. Regresaron a la oficina de correos y enviaron el segundo bloque. Al salir, Mercedes de una vez enviado el manuscrito su esposa se detuvo y se volvió a su esposo: ‘Oye, Gabo, ahora lo único que falta es que esa novela sea mala. Meses después Cien Años de Soledad se convertiría en un éxito internacional, llevando al escritor a ganar con el primer pago cerca de 500,000 dólares, dando un giro de 360° a su vida.
Gabriel García Márquez, laureado con el Premio Nobel de Literatura en 1982, falleció el 17 de abril de 2014, dejando un vacío irremplazable en el mundo literario. García Márquez, conocido cariñosamente como Gabo, había sido internado en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición en México D.F., tras sufrir complicaciones derivadas de un cáncer linfático diagnosticado en 1999, que afectó a su pulmón, hígado y ganglios linfáticos.
García Márquez, cuya obra es emblemática del realismo mágico, ha sido uno de los exponentes más brillantes de esta corriente literaria, destacando su novela “Cien años de soledad” como una de las piezas más significativas. Dicha obra no solo catapultó al autor a la fama internacional sino que también contribuyó a la consolidación del realismo mágico como un movimiento literario reconocido a nivel mundial, especialmente en América Latina. Además, en 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española publicaron una edición popular conmemorativa de “Cien años de soledad”, subrayando su estatus como un clásico de la literatura hispánica.
Su literatura, que combina elementos fantásticos con la realidad, refleja vivamente la vida y los conflictos del continente latinoamericano, sumergiendo al lector en un universo de imaginación sin igual. Por su contribución a las letras, García Márquez no solo se convirtió en un icono de la narrativa latinoamericana sino que también se le reconoció como una figura clave en la literatura mundial.