Desde el pasado domingo 24 de marzo, la comunidad católica, tanto en México como en el mundo, comenzó con la conmemoración de la Semana Santa, periodo en el que se recuerda la Pasión de Cristo, al tiempo que también da pie a que varios ciudadanos salgan de la ciudad para disfrutar de un periodo vacacional. No obstante, mientras miles de personas disfrutan en las playas del país, las autoridades tanto de la Ciudad de México como del Estado de México se han enfocado en una sola cosa: cuidar el agua, en especial durante este Sábado de Gloria.
Dicho día que también conocido como Sábado Santo, corresponde al día previo a la Pascua de Resurrección. Originalmente, el Sábado de Gloria era un día de reflexión y silencio en la iglesia; sin embargo, en varios países de tradición católica, especialmente en Latinoamérica, se ha adquirido una costumbre popular única: el “baño” o la práctica de echarse agua entre personas. Esta tradición varía de una región a otra, pero generalmente involucra a las personas saliendo a las calles para arrojarse agua unos a otros, usando desde cubetas hasta mangueras.
Es importante destacar que esta costumbre tiene raíces que se mezclan con las creencias prehispánicas sobre la purificación y renovación, interpretando el acto de mojarse como una forma de limpiar los pecados o de recibir bendiciones. Con el tiempo, la iglesia y la sociedad han adaptado esta práctica, integrándola a las celebraciones de Semana Santa con un enfoque más lúdico. No obstante, tras la crisis hídrica que azota al Valle de México, se busca endurecer los castigos para con ello, evitar el desperdicio del vital líquido.
Sábado de Gloria daría un duro golpe al sistema Cutzamala
Desde hace varios meses, el centro del país se ha visto afectado por la falta de agua, la cual tiene que ver con los bajos niveles que presenta el Sistema Cutzamala. Éste es una infraestructura hidráulica crucial en el suministro de agua potable para la Ciudad de México y algunas zonas del Estado de México. Se sabe que está compuesto por un complejo sistema de presas, plantas potabilizadoras, estaciones de bombeo y más de 300 kilómetros de acueductos, por lo que el Cutzamala, como también es conocido, maneja el agua proveniente de diversas fuentes hídricas, principalmente ubicadas en el estado de Michoacán.
En ese sentido, ha llamado la atención que, debido a la creciente demanda del vital líquido aunada al aumento de la población, la sobreexplotación de los acuíferos, la infraestructura hidráulica envejecida y los efectos del cambio climático agudizan la situación, provocando escasez de agua en muchas áreas de la metrópoli. Esto ha dado pie a cortes de agua periódicos, baja presión en las redes de distribución y en la necesidad de recurrir a pipas de agua como medida de suministro en áreas críticas.
Así son las multas por desperdiciar agua
Con base a lo expuesto en la Ley de Derecho al Acceso, Disposición y Saneamiento del Agua de la Ciudad de México, aquellos que desperdicien agua, no solo durante el Sábado de Gloria, sino de manera general, podrían ser acreedores a una multa que va de las 100 a las 300 Unidades de Medida y Actualización (UMA), lo que corresponde al pago de entre mil 58.42 pesos a 3 mil 848.80 pesos.
Además de este pago, las autoridades impondrán un arresto al o los presuntos responsables por 1 a 24 horas, o bien, será necesario cumplir con 6 a 12 horas de trabajo comunitario.
Del mismo modo, las autoridades del Estado de México remarcan que, por desperdiciar agua tanto a lo largo de esta celebración católica como en actividades que forman parte de la vida cotidiana, se impondrán multas de 100 a 300 UMAs, aunque cabe destacar que en municipios como Huixquilucan o Atizapán, el monto varía de 20 a 20 UMAs y 60 a 100 UMAs, respectivamente.