A falta de una amplia trayectoria en el mundo criminal, varios jóvenes que aspiran a ocupar los liderazgos de La Unión Tepito se han encargado de perpetrar múltiples actos de violencia para ganarse la confianza de sus jefes.
Así lo revela una reciente investigación del periodista Óscar Balderas publicada en Milenio respecto a las figuras de mando al interior del grupo criminal tras el arresto de Eduardo Ramírez Tiburcio, alias ‘El Chori’.
Según una serie de conversaciones que el reportero tuvo con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC CDMX), esta organización criminal se caracteriza por tener una reserva de cabecillas para ocupar de forma inmediata los puestos de alta relevancia cuando algún líder muere o es capturado.
En este sentido, una fuente anónima explicó que pasaron pocas horas desde la detención de ‘El Chori’ cuando La Unión Tepito ya había quedado en manos de Alberto Fuentes Castro, alias ‘El Elvis’, un sujeto de notoria influencia del que se conoce poca información.
Y aunque algunas versiones señalan que ‘El Elvis’ en realidad estaba por encima de ‘El Chori’ desde 2016, este movimiento reflejó la rapidez con la que se compensan las bajas en el grupo.
Dentro de este contexto, las autoridades capitalinas le revelaron a Óscar Balderas que ‘El Elvis’ tiene como escolta a un grupo de jóvenes —incluso adolescentes— pistoleros conocido como Los Paraguayos.
Dicha célula estaría conformada por sicarios y extorsionadores de entre 14 y 25 años, acorde con la información obtenida por Balderas. Su nombre se deriva del lugar en el que adquirieron sus primeras experiencias como delincuentes: la vecindad marcada con el número 62 de la calle República de Paraguay, en el Centro Histórico de la CDMX.
Informes policiacos citados por la y los periodistas Sandra Romandía, Antonio Nieto y David Fuentes en su libro Narco CDMX: el monstruo que nadie quiere ver exponen que esta vecindad cuenta con alrededor de 40 viviendas que tienen conexiones directas con otros inmuebles.
“Las 24 horas la custodian vigilantes, generalmente menores de edad, que ocultan sus rostros con gorras y usan WhatsApp para avisar sobre cualquier movimiento extraño”, puede leerse en el libro.
Los testimonios obtenidos por Óscar Balderas sostienen que los nuevos liderazgos de La Unión Tepito reclutan jóvenes en esta vecindad, nacidos después del año 2000, para fortalecer el cuerpo de seguridad de ‘El Elvis’.
El número 62 de República de Paraguay es también identificado en múltiples reportes de inteligencia como el antiguo centro de operaciones de Roberto Mollado Esparza, alias ‘El Betito’, e incluso fue el lugar en el que las autoridades planeaban detenerlo en junio de 2018 en un operativo que no se llevó a cabo por el rechazo de la Policía de Investigación (PDI) a participar en él.
“Ahí han tenido gente secuestrada, hay colchonetas, rastros de sangre, hay muchas cosas de las que ya teníamos evidencia”, señaló un oficial anónimo a Romandía, Fuentes y Nieto.
La vecindad de República de Paraguay 62 ha sido el refugio de cabecillas delictivos durante décadas y, con los ahora denominados como Los Paraguayos, todo indica que se mantiene como semillero de valiosos perfiles para La Unión Tepito.