Alrededor del 40% del agua potable en México se pierde por fugas en la red de distribución y sólo en 2023 se reportaron casi 27 mil reportes de rupturas en las tuberías en la Ciudad de México debido al desgaste y el cumplimiento de la vida útil de éstas, señaló el senador del PRD y ex jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
El legislador apuntó que actualmente México es un país con alto estrés hídrico, pues consume anualmente ente 40 y 80% del agua disponible y por ello ocupa el lugar número 24 a nivel mundial y segundo en América Latina en el ranking de naciones con mayor estrés hídrico.
El 92% del agua dulce que consume México se almacena en 210 presas en todo el país, y de acuerdo con el reporte técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) del 19 de marzo, el nivel de llenado se encuentra al 48%, es decir, por debajo de la mitad.
El estrés hídrico sse presenta cuando la demanda de agua supera la cantidad disponible durante un período determinado. A nivel nacional esto implica que los recursos hídricos no son suficientes para satisfacer las necesidades de la población.
Esta condición de estrés puede ser provocada por factores como el crecimiento poblacional, considerando que México tiene aproximadamente 130 millones de habitantes, la explotación excesiva de los recursos hídricos, la contaminación del agua, cambios en los patrones de lluvia debido al cambio climático y la ineficiencia en la gestión y distribución del agua.
Debido a las fuertes condiciones de sequía y la ausencia de lluvias, existe la preocupación que durante 2024 las lluvias no sean suficientes para recuperar los niveles de almacenamiento, lo que generará mayor presión en la distribución del líquido en varias zonas del país.
Por esa razón el senador Mancera Espinosa presentó un punto de acuerdo para exhortar a la Comisión Nacional del Agua a acelerar el uso de tecnologías y procedimientos para la captación y almacenamiento del agua por parte de la población, así como alentar el uso racional y conservación de este recurso.
Además, pidió a la Conagua actualizar y difundir la información sobre la disponibilidad y necesidad de agua en el país, que considere el nivel de estrés hídrico por cuenca hidrológica.
En varias regiones del país, especialmente en el norte y en el Valle de México, la sobreexplotación de acuíferos ha llevado a una disminución en la disponibilidad de agua dulce. Ejemplo de ello es el Sistema Cutzamala, el cual se encuentra al 36% de su capacidad, lo que obligó a la Conagua a reducir el flujo de líquido hacia la Ciudad de México y los municipios conurbados.
La contaminación del agua es otra preocupación importante, donde la descarga de aguas residuales industriales y domésticas en cuerpos de agua ha afectado la calidad del agua disponible.
Además, el cambio climático amenaza con intensificar estos problemas, pues ahora se viven sequías más prolongadas y aunque se presentan eventos de lluvia más intensos, como en la temporada de huracanes 2023, estos son menos frecuentes.
Mancera Espinosa explicó que la sociedad y sus instituciones tienen derecho a la información oportuna, plena y fidedigna acerca de la ocurrencia, disponibilidad y necesidad de agua, en cantidad y calidad.
Los efectos del estrés hídrico incluyen escasez de agua para consumo humano y agrícola, conflictos por el acceso al agua, deterioro de los ecosistemas acuáticos y una reducción en la seguridad alimentaria. La gestión sostenible del agua y la implementación de políticas de eficiencia en el uso del agua son esenciales para mitigar el estrés hídrico en un país.
El senador del PRD agregó que es responsabilidad de toda la sociedad contribuir con acciones individuales y colectivas, que vayan encaminadas a generar un uso más eficiente del agua.
Sin embargo, consideró que para que las personas puedan cumplir con su parte en dicho propósito es necesario que cuenten con la información necesaria, para generarse una perspectiva y puedan tener acceso a alternativas que les permitan aprovechar este líquido de una mejor manera.