El pasado lunes se dio a conocer que un vagón del recientemente inaugurado Tren Maya, obra insignia del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se había descarrilado. Dicho descarrilamiento se habría dado en Tixkokob, en el estado de Yucatán, cuando presuntamente un convoy intento realizar un cambio de vías.
El incidente se habría registrado en dirección de Mérida a Cancún, Quintana Roo, sin que se reportaran personas heridas. De acuerdo con reportes, el incidente provocó una “sacudida” en el convoy, la cual provocó que se detuviera y que algunas de las pantallas con las que se cuenta al interior cayeran.
El percance se registró alrededor de las 9 de la mañana del lunes, y al respecto, medios locales aseguraron que por el incidente el convoy no sufrió daños.
Sobre este tema habló el periodista Carlos Loret de Mola el pasado 12 de marzo en su columna Historias de reportero, titulada “Cuando se descarrile el Tren Maya, ya va a ser otro pedo”.
Ahí, Loret de Mola habla sobre una presunta conversación telefónica entre Pedro Salazar Beltrán, primo de Andy y Bobby López Beltrán, ambos hijos del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y Almícar Olán, íntimo amigo de ellos, y quien pasó de ser un empresario discreto a un multimillonario que se ha visto beneficiado con contratos de medicinas, de la refinería de Dos Bocas y del Tren Maya.
En dicha llamada el primo de los hijos de AMLO y Almícar Olán se burlan de la red de corrupción en la actual administración de la que presuntamente forman parte, de acuerdo con el periodista.
En la columna, Loret de Mola señala que en una investigación realizada por el medio LatinUs, para el que colabora, se mostró el audio en el que se escucha a Salazar Beltrán y a Almícar Olán decir que “¡la red de corrupción!... Eso es lo de nosotros.
“Ya cuando se descarrile el Tren (Maya), ya va a ser otro pedo”, se escucha en dicho audio. “Además de la burla y cinismo, es la corrupción que cobra vidas humanas”, señala Loret en la columna. Recuerda que Pedro Salazar Beltrán es quien opera el Tren Maya.
Según reportes del periodista Carlos Loret de Mola, se ha señalado una directiva desde Palacio Nacional a constructores del Tren Maya para adquirir la piedra balasto, material fundamental para la obra, exclusivamente de Almícar Olán. De acuerdo con estas afirmaciones, Olán, con apoyo de Pedro y Osterlen Salazar Beltrán, habría sobornado a un laboratorio para validar la calidad del balasto sin realizar los análisis pertinentes, incrementando el riesgo de un descarrilamiento debido a la inferioridad del material utilizado.
Loret de Mola sugiere que estas operaciones se llevan a cabo bajo la protección y con el aval de Palacio Nacional, citando grabaciones telefónicas que revelarían una actitud despreocupada y cínica de los implicados ante las posibles consecuencias trágicas de sus actos de corrupción. A pesar de las evidencias presentadas sobre estas prácticas en distintos contratos gubernamentales, no se ha iniciado una investigación formal; el gobierno en su lugar ha optado por desacreditar a quienes exponen estos actos.
Este caso resuena particularmente en el contexto de precedentes como el de la Línea 12 del Metro en la Ciudad de México, donde deficiencias en la construcción resultaron en accidentes graves. La situación del Tren Maya levanta preocupaciones similares sobre seguridad y corrupción gubernamental, poniendo en riesgo potencialmente la vida de futuros usuarios del tren.