Esta es la colonia popular donde vivió Javier Solís en CDMX

“El rey del bolero ranchero” dijo haber nacido en Nogales, Sonora, pero la realidad es que nació y vivió en dos colonias populares de la ciudad capital

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Javier Solís triunfó bajo su nombre artístico, el cual no fue con el que originalmente comenzó su carrera (Foto: Twitter)
Javier Solís triunfó bajo su nombre artístico, el cual no fue con el que originalmente comenzó su carrera (Foto: Twitter)

Javier Solís, conocido artísticamente bajo este nombre pero nacido como Gabriel Siria Levario, se consolidó como uno de los íconos musicales más notables de México durante la década de 1950 hasta su inesperado fallecimiento en 1966, a la temprana edad de 34 años.

Alcanzó la fama por interpretar canciones que han trascendido generaciones, como Sombras, Payaso y Esclavo y amo, logrando una posición destacada dentro del género de la música ranchera. La difusión de su legado sigue vigente, especialmente en la localidad que lo vio crecer, Tacubaya, ubicada en la Ciudad de México.

Solís, quien originalmente pretendió ser originario de Nogales, Sonora, nació en realidad en el Hospital Nacional Homeopático, en la colonia Obrera de la capital mexicana el 1 de septiembre de 1931.

Este hecho fue confirmado por documentos oficiales y desterró la imagen del “yaqui romántico” que él mismo había ideado.

El legendario artista murió a los 34 años, a pocos días de haber sido sometido a una operación (Foto: Archivo)
El legendario artista murió a los 34 años, a pocos días de haber sido sometido a una operación (Foto: Archivo)

Desde joven, tras el abandono de su padre, Solís emprendió diversos trabajos para apoyar a su familia, adentrándose en el mundo de la música con paneles de mariachis en el Barrio de Garibaldi. Estos primeros pasos marcaron el inicio de una carrera que, aunque breve, dejó un legado indiscutible en el panorama musical mexicano.

El camino hacia el estrellato de Solís se vio marcado por su participación en concursos de canto, donde el reconocimiento a su voz llegó rápidamente.

Su talento le permitió firmar contratos que lo llevaron a presentaciones en reconocidos espacios como el Guadalajara de Noche y el Tenampa, asentando las bases de su éxito en la industria musical.

A su paso, Javier Solís también dejó huella en el cine con películas como “Campeón del barrio” y “Los Sánchez deben morir”, mostrando su versatilidad artística y consolidando aún más su legado.

Antes de alcanzar la fama como "cancionero", Javier ejerció distintos oficios (Foto: INAH)
Antes de alcanzar la fama como "cancionero", Javier ejerció distintos oficios (Foto: INAH)

Además de su carrera artística, la vida de Solís estuvo marcada por su conexión con el deporte, particularmente el boxeo, afición que dejó tras enfrentar a conocidos púgiles como Raúl “El Ratón” Macías. Esta etapa, curiosamente, le proporcionó lecciones de disciplina y perseverancia que serían valiosas en su trayectoria musical.

Actualmente en la Alameda de Tacubaya, sobre la Avenida Revolución, se erige un busto en honor a Solís acompañado por un Centro Cultural que lleva su nombre, en un gesto que perpetúa su memoria y contribuye a mantener viva su historia entre las nuevas generaciones.

Un busto del cantante se arige en la Alameda de Tacubaya, en CDMX (Foto: Archivo)
Un busto del cantante se arige en la Alameda de Tacubaya, en CDMX (Foto: Archivo)

Este espacio no sólo es un tributo a su carrera, sino un recordatorio de su influencia en la música regional mexicana y su relevancia en la cultura popular del país.

A pesar de su prematura muerte, Solís sigue siendo un referente de la música mexicana, dejando un legado de interpretaciones que continúan emocionando al público. Su historia y logros siguen inspirando a artistas emergentes, asegurando que el eco de su voz perdure a través de los años.

Los recuerdos de Javier Solís en Tacubaya

Antes de alcanzar la fama y ser apodado “El rey del bolero ranchero” o “El señor de las sombras”, Javier Solís tuvo diversos oficios siendo casi un niño. Primero fue ayudante de mecánico, después panadero, trabajó diez años de carnicero y cuatro de tablajero en diversas carnicerías, lo cual alternaba con el boxeo, su gran afición.

“Para mí es un orgullo decir que vengo de muchos empleos, y que ya que me tocó la suerte, ahora soy cancionero, pero el recuerdo más grato de mi infancia fue haberme criado en Tacubaya, en ese barrio tan bonito, con un grupo de amigos a los cuales estimo mucho y sigo queriendo más que antes, ya que ellos han ayudado a mi humilde carrera artística”, dijo en una entrevista el artista que este 2024 cumpliría 93 años.

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