El nivel de almacenamiento en el Sistema Cutzamala disminuyó en los últimos siete días a sólo el 35%, informó este 26 de marzo la Comisión Nacional del Agua (Conagua), pero la crisis se extiende a todo el país debido a que el nivel de llenado de las 210 principales presas cayó al 46%.
Los 210 embalses tienen la capacidad de almacenar 92% del agua del país, y en la última semana se redujo del 47 % reportado el martes pasado a 46%. Su volumen total pasó de 59 mil 467 millones de metros cúbicos (Mm3) a 58 mil 768 Mm3.
Es decir, el 1% se consumió en tan sólo una semana, por lo tanto, a ese ritmo la red nacional bajará a los niveles del Cutzamala en poco más de dos meses.
Actualmente las tres presas del Cutzamala se encuentran en sus mínimos históricos, con Valle de Bravo al 27%, Villa Victoria al 28% y El Bosque al 56%.
La crisis hídrica en México se agrava debido a la ausencia de lluvias, pues del 24 de febrero al 24 de marzo de 2024, se registró 53.9 % menos lluvia que la que ocurre habitualmente en este período, tomando como base el promedio de 1991 a 2020, de acuerdo con datos presentados este martes por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
De acuerdo con los ciclos originales, la temporada de lluvias de 2024 tendría que llegar, junto con los primeros ciclones tropicales, a finales de mayo o principios de junio. En los dos meses intermedios, todavía existe el pronóstico de otros 14 frentes fríos que podrían ayudar a generar algunas precipitaciones.
Para aliviar la situación en el Valle de México debido a la reducción desde el Cutzamala, Conagua aumentó la extracción en ocho pozos en la cuenca de Zumpango para redirigir el líquido a la Ciudad de México y algunos municipios de la zona metropolitana.
México ya vive el estrés hídrico
México enfrenta una problemática de estrés hídrico debido a una combinación de factores naturales y humanos. Entre las causas principales, destaca el crecimiento poblacional acelerado y la concentración de la población en ciertas áreas, lo que incrementa la demanda de agua. Esto, sumado a una gestión del agua que muchas veces resulta ineficiente, ha llevado a un uso insostenible de los recursos hídricos.
Apenas en 2022, la zona Metropolitana de Monterrey sufrió severas afectaciones por el suministro del líquido. Las autoridades señalaron como principal causa el rápido crecimiento de la población en esa zona, sin embargo, algunos especialistas agregaron que los gobiernos también dejaron de invertir en obras hidráulicas.
La variabilidad climática y el cambio climático agravan la situación. México experimenta periodos de sequía más frecuentes e intensos, lo que reduce la disponibilidad de agua. Las prácticas agrícolas, que consumen alrededor del 77% del agua dulce disponible en el país, a menudo no son sostenibles y contribuyen al agotamiento de los acuíferos.
La contaminación es otro factor significativo, pues el vertido de aguas residuales sin tratamiento adecuado en cuerpos de agua afecta la calidad del recurso disponible. Esto no solo limita su uso para consumo humano y actividades económicas, sino que también tiene serias implicaciones para la salud pública y los ecosistemas acuáticos.
Finalmente, la infraestructura hídrica en muchas áreas es inadecuada o está en mal estado, lo que lleva a pérdidas significativas de agua antes de que esta pueda ser utilizada. La insuficiente inversión en mantenimiento y nuevas tecnologías para el manejo del agua también contribuye al problema.
Se estima que en México alrededor del 40% del agua potable destinada al uso humano se pierde en fugas debido a la mala calidad de las tuberías y la red de distribución.