La crisis de agua que enfrenta México se debe la sobreexplotación de pozos, presas y represas, de forma particular el Valle de México donde el Sistema Cutzamala se encuentra en los niveles de su historia, y ante la dificultad de hallar nuevas fuentes de este recurso se debe dar mayor impulso al saneamiento como un asunto de gobernanza hídrica, es decir, reutilizar el agua.
La investigadora del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Marisol Anglés Hernández, explicó durante la conferencia Retos de la gobernanza hídrica en México, que todas las ciudades y municipios deberían cumplir con la obligación de manejar y separar sus aguas residuales.
La separación de aguas grises de la potable en las nuevas construcciones tendría que ser una obligación de política pública, y que los municipios, alcaldías y entidades garanticen su tratamiento, señaló la investigadora.
Separar las aguas residuales ayudará a facilitar el saneamiento del agua potable para su aprovechamiento. Este reciclaje hídrico ayudará a reducir la presión sobre las fuentes naturales.
Anglés Hernández insistió que la preocupación por las fuentes de suministro se hará cada vez más intensa.
“Es necesario considerar todas las fases del ciclo del agua y los usos que le damos, así como generar una corresponsabilidad equivalente a la demanda hídrica, pero también de cómo las descargamos”.
A partir de la política pública se deben tomar decisiones trascendentes que realmente generen un cambio, pero también concebir alternativas, formas diferentes de hacer las cosas en la crisis hídrica, manifestó la investigadora de la UNAM.
La solución a la crisis hídrica en México requiere de la participación de distintas especialidades que incluye a sociólogos, antropólogos, economistas, arquitectos, médicos, ingenieros, etcétera; “todos tenemos algo que aportar”.
!Nos corresponde, a esta y a las futuras generaciones, empujar para impulsar una actitud y una política gubernamental distinta en torno al agua en nuestras ciudades, comunidades y localidades”, concluyó.
Reconoció que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) realiza un ejercicio de diagnóstico, pero la disponibilidad a la que hace referencia solo es una estimación, porque falta más estudio real en la materia.
La especialista Yosune Miquelajauregui Graf, del Laboratorio Nacional de Ciencias de la Sostenibilidad (LANCIS) de la UNAM, subrayó que la escasez de agua y su vulnerabilidad es un desafío que ha sido exacerbado por el cambio climático y una administración ineficaz de los recursos.
Miquelajauregui Graf enfatizó la importancia de una gestión hídrica más inclusiva y transparente para enfrentar uno de los problemas más complejos en la Ciudad de México y su zona metropolitana.
Según la experta, es primordial adoptar cambios de conciencia y actitud hacia el agua, promoviendo una participación activa de profesionales de diversas disciplinas para impulsar políticas gubernamentales eficaces.
Hizo hincapié en la necesidad de incorporar aspectos sociales en la gestión del agua y llamar a una mayor responsabilidad compartida entre gobierno y sociedad. Además, criticó la actitud pasiva ante las políticas públicas ineficaces y destacó el monopolio en el control del recurso hídrico, instando a un mayor escrutinio público.
También presentó proyecciones para 2060, anticipando problemas severos con la reducción de fuentes de suministro y un aumento significativo en la temperatura superficial en la Ciudad de México. Destacó las potenciales consecuencias para diferentes alcaldías y municipios del Valle de México, incluyendo Tláhuac, Ecatepec, Texcoco, Zumpango, y Tepotzotlán.
Con estas proyecciones, la experta busca fomentar un diálogo para el desarrollo de estrategias integradas que aborden los desafíos de la gestión del agua, desde la perspectiva del cambio climático y la expansión urbana. La importancia de un enfoque multidisciplinario y la colaboración entre distintos sectores se presentó como fundamental para crear soluciones sostenibles y efectivas a la crisis hídrica.