Un gran número de católicos alrededor del mundo participan en la tradicional celebración del Domingo de Ramos, un evento que marca el inicio de la Semana Santa. Este rito conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, un momento donde la multitud lo recibió como mesías alabándolo con palmas y ramos de olivo.
La celebración del Domingo de Ramos es especialmente significativa ya que representa no solo la llegada de Jesús a Jerusalén, sino también el preludio a la Pasión de Cristo. Según la “Carta circular sobre la preparación y la celebración de las fiestas pascuales” del Vaticano, este día se recuerda con una procesión donde los fieles emulan el gesto de los niños hebreos al recibir a Jesús, llevando palmas y entonando cánticos de alabanza.
En esta fecha, las iglesias se llenan de fieles con palmas en mano, las cuales son bendecidas en las ceremonias principales que incluyen la misa y la narración de la Pasión de Cristo. Estas palmas, consideradas en muchos lugares como obras de arte por su elaborado diseño, tienen después un lugar especial en los hogares de los creyentes, colocadas junto a cruces o altares como símbolo de la victoria de Jesús. Tradicionalmente, al finalizar la Semana Santa, se recomienda devolver estas palmas a la iglesia para que sean quemadas, y sus cenizas usadas el siguiente Miércoles de Ceniza, marcando el inicio de la Cuaresma, como indica el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México.
Este acto no solo refuerza el compromiso y la fe de los católicos, sino que también sirve como un recordatorio de los valores y enseñanzas que Jesús impartió. A través de estos rituales, los católicos de diversas partes del mundo se unen para recordar y revivir los momentos fundamentales de su fe, en un ciclo que se renueva cada año con profundidad y devoción.
En México, ser acude a una misa preparada para ese día y miles de feligreses acuden con sus palmas desde las más sencillas hasta las más exóticas para bendecirlas o percibir algún salpicón de agua bendita, este día marca el inicio de una semana en la que los fieles se apegan totalmente a las celebraciones de la iglesia católica hasta el sábado de gloria, cuando culmina la Semana Santa.
México es uno de los países con mayor número de católicos en el mundo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) correspondientes al Censo de Población y Vivienda del año 2020, aproximadamente el 77.7% de la población se identifica como católica. Este porcentaje representa una disminución en comparación con años anteriores, reflejando un cambio gradual en el panorama religioso del país.
Con información de Nat geo