Esta es la razón por la que los frijoles causan gases

Proteína, fibra, calcio, fósforo, hierro, potasio, magnesio, zinc, vitamina B2 y niacina están entre los componentes de los frijoles que traen múltiples beneficios para la salud.

Pero pese a la gran cantidad de proteína, fibra, vitaminas y minerales que aporta este alimento, muchas personas evitan su consumo debido a que causa algunas incomodidades, como los gases intestinales.

A las molestias en el tubo digestivo se le conoce como meteorismo o flatulencias y la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud que son motivo de distención abdominal.

Comer muy rápido, consumir fibra en exceso, la intolerancia a la lactosa, ingestión de antibióticos que alteran la flora intestinal y comer leguminosas, como los frijoles, están entre las causas de este problema digestivo.

Pero, ¿por qué los frijoles causan gases? La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) señala que las legumbres pueden causar gases debido a la presencia de oligosacáridos como la rafinosa, estaquiosa y verbascosa. Estos elementos, difíciles de digerir para el ser humano, fermentan en el intestino, generando ácidos grasos de cadena corta y gas.

Este proceso de fermentación ocurre porque el sistema digestivo humano no posee las enzimas necesarias para descomponer estos oligosacáridos. La UAN explica que, al ser ingeridos, estos compuestos avanzan hasta el colon sin ser digeridos, donde finalmente son fermentados por la flora intestinal, lo que resulta en la producción de gas.

Este fenómeno es natural y ocurre en mayor o menor medida en todas las personas, aunque la cantidad de gas producida puede variar significativamente de un individuo a otro.

La importancia de las legumbres en la dieta es indiscutible, siendo una fuente rica en proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Sin embargo, el conocimiento sobre por qué y cómo causan gases puede ayudar a las personas a gestionar mejor su consumo y a buscar estrategias para minimizar los efectos secundarios, tales como el remojo previo y la cocción adecuada de estos alimentos.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aconseja remojar los frijoles y el resto de las legumbres durante 12 a 24 horas antes de su cocción. Pasado este periodo se debe desechar el líquido utilizado para el remojo.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) considera que con menos tiempo es suficiente. Su consejo es remojar entre 4 y 8 horas.

Conviene mencionar que evitar las gases no es el único beneficio de llevar a cabo este procedimiento previo al cocimiento.

De acuerdo con la FAO, con esta práctica se reduce el tiempo de cocción, se disminuye la cantidad de fitatos, se facilita la digestión y se mejora la absorción de los nutrientes.

Los expertos aconsejan también agregar bicarbonato de sodio al agua en que se remojan los frijoles, esto con el objetivo de disminuir la proporción de antinutrientes, componentes conocidos por obstruir la absorción de hierro.