Este domingo 24 de marzo el Estadio Harp Helú recibió el primer partido entre los Yankees de Nueva York contra los Diablos Rojos de México, un histórico duelo que marca la internacionalización del beisbol mexicano.
Fue por ello que miles de aficionados se dieron cita en el recinto ubicado dentro de la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixihuca. Entre los asistentes sobresalió la inesperada presencia de Antonio Pérez Garibay, papá de Checo Pérez.
El diputado acudió al primer juego que tendrán las dos novenas en un evento de preparación previo al inicio de la temporada oficial, aunque horas antes su hijo —Sergio Pérez— tuvo actividad en la Fórmula 1 en Australia, en esta ocasión Antonio Pérez no viajó a ver a Checo correr con Red Bull Racing.
Luego de que Sergio terminó en el quinto lugar del Gran Premio de Australia, y quedó fuera del podio, Antonio Pérez dejó atrás ese mal resultado del piloto mexicano, y cambió las altas velocidades por las emociones que regala el “rey de los deportes”.
Fue por ello que el papá de Checo se enfundó en la camiseta de aficionado del beisbol. Antes de que empezara el juego, algunos aficionados identificaron al político mexicano, por lo que se acercaron a él para pedirle una fotografía.
En primera instancia, su presencia no había tomado relevancia entre las personas que estaba alrededor. Sin embargo, dos aficionados lograron identificarlo y se acercaron a él. Aunque en las imágenes que se viralizaron en redes sociales no se aprecia con detalle cómo fue la plática, se puede observar la cordialidad con la que reaccionó Pérez Garibay.
El papá de Checo Pérez atendió a los aficionados que lo saludaron; con una actitud amable accedió a fotografiarse con todas las personas que se lo pedían. Aparentemente el político de Morena estaba acompañado de su familia, a pesar de ello, no se incomodó con la petición de quienes lo saludaron.
Una vez que los aficionados obtuvieron su fotografía, se despidieron de Antonio Pérez y se fueron a sus lugares para observar el primer partido de la mini serie de exhibición. Mientras que el papá de Checo Pérez también tomó su asiento para ser testigo del primer juego amistoso entre ambas novenas.
Diablos Rojos gana el primer juego contra Yankees
En un cierre cardiaco para los Rojos del México, el primer partido de la serie amistosa se lo llevó la novena de los Diablos. En la cuarta entrada a la baja, Robinson Canó se encargó de haber los honores con la primera carrera que los aventajaba en la pizarra.
A partir de ese instante, los Diablos se adueñaron de “dona blanca” y ponchaban a los Yankees sin ninguna carrera, pero el panorama se complicó en la octava entrada cuando cayeron dos carreras de los neoyorquinos; así la pizarra se ponía 2 - 4 y se complicaba la victoria para la novena mexicana.
Si los nervios ya estaban a tope, para la novena entrada y a un out, los Yankees volvieron a anotar y se ponían a una carrera del marcador de los Diablos, pero el oportuno pitcheo de Ornales permitió que acabara el juego 3 - 4.