Cómo usar el romero y la sábila para producir colágeno de manera natural

Esta es la mejor forma de aprovechar los nutrientes de estos ingredientes naturales

El envejecimiento está directamente relacionado a la poca producción de colágeno - (Imagen Ilustrativa Infobae)

El colágeno es una proteína crucial para el cuerpo humano, siendo uno de los componentes fundamentales de los tejidos que conforman varios órganos y estructuras como la piel, los tendones, los ligamentos y los huesos.

Su función principal es aportar resistencia y elasticidad. Con el paso de los años, la producción de colágeno disminuye, lo que contribuye al proceso de envejecimiento, manifestándose, principalmente, en arrugas.

Cada vez son más las personas que buscan retrasar el envejecimiento lo más posible y alejarse de las arrugas y las líneas de expresión. La producción de colágeno en nuestro cuerpo puede ser un gran aliado para evitar este proceso y, de hecho, se puede conseguir con productos naturales.

Aquí te contamos cómo puedes utilizar la sábila y el romero para producir colágeno de forma orgánica. Cabe mencionar que siempre es mejor consultar a un especialista para que sepas cuál es la mejor opción que tienes de tratamiento.

Los nutrientes del romero y la sábila que te darán juventud

La mejor forma de usar estos ingredientes para atacar directamente al envejecimiento es aprovechar los nutrientes y vitaminas que tiene y que están relacionadas directamente a la producción de colágeno. Basta con aplastar un par de cucharaditas de sábila y mezclarla bien con unas 15 gotas de aceite de romero. Tan sencillo como eso.

La mezcla deberás meterla en un frasco y luego al refrigerador para que se conserve frío, fresco y listo para cuando quieras ponértelo en el cutis. Se recomienda usar la mascarilla por unos 15 minutos dos veces a la semana.

La sábila, un vegetal buenísimo para la piel (Gobierno de México)

La sábila, conocida también como Aloe vera, es una planta que ha sido utilizada históricamente por sus propiedades medicinales y de cuidado de la piel. Contiene una amplia gama de nutrientes que incluyen vitaminas, minerales, enzimas, azúcares, ligninas, saponinas, salicilatos y aminoácidos.

Entre las vitaminas presentes en la sábila se encuentran la vitamina A (beta-caroteno), C y E, que son antioxidantes. También proporciona vitamina B12, ácido fólico y colina. En cuanto a los minerales, aporta calcio, cromo, cobre, selenio, magnesio, manganeso, potasio, sodio y zinc. Las enzimas presentes, como la amilasa y la lipasa, ayudan en la descomposición de azúcares y grasas, facilitando la digestión.

La presencia de saponinas confiere a la sábila propiedades antisépticas. Los azúcares, incluidos monosacáridos y polisacáridos como el acemanano, apoyan el sistema inmunológico y tienen funciones antiinflamatorias. La combinación de estos componentes convierte a la sábila en un complemento beneficioso para la salud general, la nutrición y el cuidado de la piel, entre otros usos.

Los nutrientes del romero te van a ayudar a producir colágeno (Shutterstock)

Por otro lado, el romero también tiene muchos beneficios para la salud. Este vegetal es una rica fuente de nutrientes y compuestos bioactivos. Contiene importantes antioxidantes como el ácido rosmarínico, el carnosol y el ácido carnósico, que contribuyen a combatir el estrés oxidativo y promover la salud celular.

Además, el romero es una buena fuente de vitaminas, especialmente de vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico, y de vitaminas del complejo B, que son esenciales para el metabolismo energético. También aporta minerales tales como hierro, calcio, potasio y magnesio, fundamentales para el mantenimiento de la salud ósea, la transmisión de impulsos nerviosos y la regulación de la presión arterial.

Además de sus propiedades antioxidantes y su riqueza nutricional, el romero tiene efectos antiinflamatorios, antimicrobianos y puede mejorar la digestión. Su uso en infusiones, como condimento o en formas extractadas, ha sido estudiado por sus potenciales beneficios en la mejora de la concentración, la digestión, y como apoyo en el tratamiento de afecciones inflamatorias y circulatorias.