Se desata persecución en Mexicali para detener a un sujeto que transportaba miles de píldoras de fentanilo

La tarde de este 21 de marzo se desató una intensa persecución por calles de Mexicali y Tijuana, Baja California, para detener a un sujeto que se saltó un operativo de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) con la finalidad de que no descubrieran que transportaba varios miles de pastillas de fentanilo.

La persecución inició cuando los oficiales de la FESC se encontraban patrullando sobre la Calzada Castellón, en la ciudad de Mexicali; ahí un automovilista les pidió apoyo para alcanzar a un vehículo, color blanco de la marca Volkswagen, que había chocado con él minutos antes.

Al car alcance al auto en cuestión, el conductor identificado como Víctor Alonso “N”, de 37 años y originario de Mexicali, hizo caso omiso de las advertencias de los oficiales, lo que provocó que se desatara la persecución.

Los agentes del orden pidieron refuerzos y lo siguieron hasta la colonia Ampliación Nacionalista -ya en la ciudad de Tijuana-, donde finalmente lograron cerrarle el paso y obligarlo a descender del vehículo para inspeccionarlo.

Fue entonces que descubrieron en el interior del auto una bolsa de plástico llena con más de 5 mil pastillas de color azul con la leyenda M-30, características del fentanilo y con un peso aproximado de 108 gramos. Tanto la presunta doga como el detenido quedaron a disposición de las autoridades competentes quienes se encargarán de determinar su situación jurídica y confirmar si se trata del peligroso opioide.

Esta misma semana la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó sobre el decomiso de 574 paquetes de fentanilo ocultos en un cargamento de zanahorias; las autoridades norteamericanas valuaron el golpe en un millón de dólares.

De acuerdo con Rosa E. Hernández, el decomiso se logro en el cruce fronterizo entre Otay Mesa y Tijuana, y formó parte de la Operación Apolo, una estrategia de los tres niveles de gobierno de Estados Unidos para detectar y frenar los cargamentos de distintas drogas que cruzan cada semana por las fronteras desde Baja California hasta Tamaulipas.

Pero no sólo el tráfico de fentanilo tiene preocupadas a las autoridades de ambos países; otro problema que están enfrentando es el incremento en el consumo del opioide, pues durante el año pasado se reportó un crecimiento del 55 por ciento de personas que solicitaron ayuda ante el Instituto Municipal Contra las Adicciones (Imcad) de Tijuana.

Datos de los Centros de Integración Juvenil (CIJ) dan cuenta que durante el año 2022 fueron atendidas 145 personas en Baja California por su adicción al fentanilo, la mayoría de ellas se encontraban en situación de calle, indicó la directoral del Imcad, Luz Vianey Robles Hernández.

Sin embargo, la Imcad precisó que el número de personas atendidas en 2022 fue de 638, casi el doble de lo reportado por los CIJ en todo el país; agregaron que la mayoría de los consumidores de drogas no sabían que estaban ingiriendo fentanilo, pues éste se encontraba mezclado con otras sustancias como heroína, metanfetaminas y cocaína.