Este martes 20 de marzo, transcendió la noticia muerte de la modelo de OnlyFans, Elena Larrea, , activista y fundadora del santuario de equinos, Cuacolandia.
De acuerdo a las personas más cercanas, la modelo perdió la vida, presuntamente víctima de una trombosis. Amigos cercanos y compañeros del círculo de activistas dedicados a la protección a animales del que era parte confirmaron la noticia.
En Infobae México tuvimos el honor de platicar con la activista y modelo de Onlyfans, quien nos platicó sobre su proyecto de Cuacolandía.
Aunque para millones de personas, la plataforma de OnlyFans es considerada insegura en donde se vende contenido sexual explícito, para la influencer y jinete profesional Elena Larrea, fue un “salvavidas”que necesitaba para poder solventar los gastos de su santuario Cuacolandia, el cual tiene la misión de rescatar y ayudar a caballos abandonados y maltratados.
En entrevista con Infobae México, la guapa modelo y orgullosamente mexicana Elena Larrea contó sobre lo difícil que fue mantener su santuario y sobretodo recibir fuertes comentarios discriminatorios de personas cercanas e incluso familiares al vender su intimidad para solventar los gastos de los caballos rescatados.
La modelo de OnlyFans invito a este medio de comunicación a su rancho se encuentra en el bosque de Haras Ciudad Ecológica, en el Municipio de Atlixco, Puebla, en donde llegan animales, principalmente caballos en malas condiciones, que fueron golpeados, maltratados e infectados.
¿Cómo nace el santuario Cuacolandia?
Desde el 2019, hemos rescatado 312 caballos de maltrato y abandono. Siempre quise mucho a los caballos, desde chica fui jinete, he montado toda la vida y cuando crecí un poco tuve la oportunidad de regresarle algo a los caballos de lo mucho que me han dado, por lo que decidí abrir el santuario Cuacolandia.
Ha sido un proceso muy difícil, los rescates, mantener a los caballos, lidiar con la gente tonta, el hating en internet, etc… todo ha sido muy complicado. La gente nos apoya más, afortunadamente tenemos más recursos y al final vamos para arriba.
¿Cómo ha sido la aventura en el OnlyFans?
La pandemia del Covid-19 me afectó muchísimo, me quedé sin las pensiones que tenía y las visitas que recibía en el santuario. Al llegar a un punto de crisis muy fuerte decidí abrir OnlyFans con la esperanza de generar algo y fue todo un éxito. Desde que abrí la cuenta ha rescatado más de 30 caballos, me pude cambiar de lugar, todos mis caballos.
Sin embargo, todo el mundo me criticó en redes y me quemaron viva, pero la realidad es que a mí me ha ido superbién con el OnlyFans, le debo prácticamente el proyecto a la página y a toda la gente que está en esa plataforma porque de verdad me dio muchísimo impulso.
¿Cuál fue la reacción de tus seres queridos tras abrir OnlyFans para solventar los gastos de Cuacolandia?
La verdad es que mi mamá me bloqueó y toda mi familia me bloquearon. Principalmente, mi madre se enojó al ver como todo el mundo me criticaba y se burlaba. Ahora ya nadie duda de mí, porque, pues han visto que realmente sí se invierte ese dinero en los caballos, ya que al principio todo el mundo dijo de qué de que nada esto era real y era una estrategia y he logrado callarle la boca a la gente con mi trabajo.
Karely Ruiz no la quiso apoyar
¿Has hecho colaboraciones con otras modelos de OnlyFans para ayudar a Cuacolandia?
Con Marcelamoss hice una colaboración, ella es chica artista de OnlyFans; sin embargo, una con las que intenté hacer un acercamiento fue con Karely Ruiz, pero la verdad ella no tuvo interés. Sí, logré hablar con ella, pero no tuvo interés, simplemente me dio largas y pues luego le dije: ‘pensé que querías ayudar a los animales’ y me contestó: ‘no tengo necesidad de ayudar a los animales a través de ti’.
¿Qué recomiendas a aquellos emprendedores que quieren ayudar a los animales?
Que no se rindan, sé que es un camino muy complicado, pero al final la luz sale para todos los que tenemos buen corazón, la verdad a mí esto me ha costado sangre. Me he partido el lomo para sacar este proyecto adelante y la perseverancia. Algunas veces hasta uno deja de comer por sus animales, pero el amor a ellos es una fuerza muy fuerte.