¿El penacho en Viena realmente era de Moctezuma?

Esta pieza de incalculable valor histórico ha estado envuelta en diversas polémicas a lo largo de su historia

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AMLO intentó recuperar el tocado
AMLO intentó recuperar el tocado mexica ofreciendo un intercambio por la carroza de Maximiliano Crédito: EFE

Sin duda, el Penacho de Moctezuma es una de las piezas más emblemáticas de la cultura Azteca y una de las que está envuelto en mayor polémica debido a que no se encuentra en tierras mexicanas, sino que está exhibida en un museo en Viena desde hace varios siglos.

Durante este tiempo, diferentes gobiernos han intentado recuperarlo sin éxito, ya que la institución europea se rehúsa a devolverlo pues argumenta que se trata de una pieza tan delicada que podría dañarse irremediablemente durante el traslado.

Y ahora, más allá del hecho de que se encuentra fuera de su país de origen, surge una nueva polémica ante declaraciones de un especialista de Viena que asegura que la pieza no perteneció al tlatoani, tal como indica incluso su mismo nombre.

El penacho cuenta con un
El penacho cuenta con un grado de desgaste que impide su traslado (Photo by JOE KLAMAR / AFP)

Quién realizó esta afirmación fue Christian Schicklgruber, director del Weltmuseum de Viena, quien asegura que de acuerdo con los códices históricos, Moctezuma nunca uso un penacho con el estilo, colores y diseño del que se encuentra en Viena.

“Definitivamente, el penacho no era de Moctezuma”, declaro entonces, en el año de 2020, asegurando que, en realidad, lo más probable es que el tocado haya pertenecido a un sacerdote.

Y es que si bien una de las versiones más escuchadas es que Moctezuma se lo obsequió a Cortés a su llegada y que posteriormente este le fue robado, otras versiones apuntan a que el propio Cortés lo regaló a Carlos I, quien era soberano de España y también de Austria.

Sin embargo, lo cierto es que no existen pruebas certeras de esta historia y resulta muy difícil rastrear cómo y por qué fue que salió de México y terminó en el país europeo, pues su primera mención histórica, realmente documentada, es del año de 1596, cuando se menciona como parte en el inventario de la colección del castillo de Ambras en Tirol.

Posteriormente se sabe que fue trasladado a Viena en el siglo XIX, donde permanece desde entonces.

La leyenda cuenta que Moctezuma
La leyenda cuenta que Moctezuma II le ofreció a Hernán Cortés el penacho como muestra de buena dispersión (INAH)

Es por dicha razón que no existe manera de probar quién fue el verdadero dueño de tan emblemática pieza aunque, más allá de su origen y la forma en que llegó a Viena, hay quienes señalan que la historia de su fragilidad y de que no pertenecía a Moctezuma son excusas de aquel gobierno para evitar su traslado a México.

A pesar de esto, durante la investigación que se realizó al objeto para la elaboración de un documental sobre el mismo, participó una especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien confirmó la fragilidad de la pieza y su inevitable daño y desgaste.

Cuál es la importancia y el valor histórico del Penacho de Moctezuma

El Penacho de Moctezuma, aunque es un objeto de renombre, guarda muchos misterios acerca de su historia.

Este artefacto arqueológico e histórico arribó a Austria en 1699, donde ha estado por más de dos siglos, custodiado inicialmente en el Palacio de Ambras.

En 1978, el penacho fue objeto de restauración por primera vez, sometiéndose a múltiples restauraciones desde entonces y de acuerdo a información de Oink Oink, este objeto histórico tiene un valor estimado de 500 millones de dólares.

 El penacho fue elaborado
El penacho fue elaborado por medio de la técnica del arte plumario que solían usar los aztecas (Photo by JOE KLAMAR / AFP)

Está conformado por 1,500 elementos y 222 plumas de diversas especies de aves. Su estructura se compone de varillas hechas con fibras de agave y algodón, reforzadas con una malla del mismo material.

El penacho mide 1.16 metros de altura por 1.75 metros de ancho, y su valor se atribuye a sus características únicas, además de su escasez y antigüedad.

De acuerdo con información del mismo hombre que aseguró que el penacho no perteneció al tlatoani, el museo de Viena ha invertido más de 80 mil euros en su conservación, pues cuenta incluso con una vitrina con tecnología especial que bloquea la más mínima vibración, incluso aquella causada por las pisadas de los visitantes al museo.

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