Eduardo Ramírez Tiburcio, mejor conocido como ‘El Chori’ fue uno de los líderes y fundadores de La Unión Tepito, el cual comenzó en 2009 como narcomenudista, quien buscaba ascender como diera lugar, por lo que el capo de origen texano, Édgar Valdez Villarreal, mejor conocido como ‘La Barbie’ encontró una oportunidad para hacerse de un nombre.
Fue en mayo de 2010, cuando un joven distribuidor de narcóticos en la colonia Morelos, le llegó una oportunidad, al ser invitado a una reunión en el barrio bravo de Tepito, lugar en el que se encontraba el exlugarteniente del Cártel de los Beltrán Leyva, quien quería formar un imperio criminal en la Ciudad de México.
Tras el abatimiento de Arturo Beltrán Leyva, ‘El Güero’ quería crear su organización criminal , por lo que reunió a los principales narcomenudistas de la capital del país para hacer su cártel, el cual después sería conocido como La Unión, al ser un conjunto de diferentes distribuidores de droga.
De acuerdo con datos de Milenio, ‘El Chori’ era un conocido vendedor de droga que no contaba con poder propio, solo tenía cercanía con la familia Camarillo, quien tenía como líder Fidel Camarillo, ‘El Papirrín’, quien en los años 90 era el zar de las drogas en el Barrio Bravo.
La Unión Tepito nació con menos de 20 fundadores, donde uno de los entonces líderes era Francisco Javier Hernández Gómez, ‘El Pancho Cayagua’, mientras que el joven ‘Chori’ era de los pisos medios del nuevo organigrama, con grandes posibilidades de ascender, algo que se volvió una realidad.
Fueron alrededor de siete horas lo que duró la reunión, entre negociaciones e intercambios de palabras entre los presentes, con algunos minutos de descanso para comer un almuerzo y brindar en cierto periodo.
Durante sus últimos años en libertad, se convirtió en el máximo líder de la organización capitalina, al ser uno de los capos más buscados de México, pues las autoridades ofrecían cinco millones de pesos a quien brindara información que sirviera para su captura.
Al puro estilo de su exjefe, Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán en Culiacán, Sinaloa, Valdez Villarreal quería apoderarse de la Ciudad de México desde el centro, pero como no tenía a nadie, convocó a muchos narcomenudistas para que se unieran a su proyecto.
La reunión tuvo lugar en una vecindad en la calle Hojalatería, casi esquina con Mineros, donde ‘La Barbie’ les propuso formar un solo grupo criminal entre todos, y a cambio de ello recibirían mejores precios para la reventa de droga, así como la protección de la Policía Federal.