El presidente Andrés Manuel López Obrador reaccionó a la aprobación de la Ley SB4 en Texas, Estados Unidos, la cual entrará en vigor hoy y le permitirá a las autoridades estatales detener y deportar a las personas sospechosas de haber ingresado al país de manera ilegal, calificándola como una medida “draconiana”, injusta y “hasta violatoria de la biblia”.
En La Mañanera de hoy, el mandatario acusó que “algunas autoridades son muy hipócritas”, pues toman el cargo haciendo un juramento ante la biblia, además de que la ley antimigratoria viola el derecho internacional y que no le corresponde a un estado determinar medidas de carácter federal.
“Nada más decir que desde luego estamos en contra de esta ley draconiana, en completamente impuesta, contraria a los derechos humanos, una ley deshumanizada por completo, anticristiana, injusta, violatoria de preceptos, de normas, de la convivencia humana, no solo del derecho internacional sino que hasta violatoria de la biblia y esto lo digo porque quienes aplican estas medidas injustas, inhumanas van a los templos, se les olvida que en al biblia se habla de tatar bien al forastero y desde luego del amor al prójimo.
“Son algunas autoridades muy hipócritas, toman protesta con la biblia, además es violatorio del derecho internacional; no puede tener uno una legislación que corresponde al fuero federal. Es como si el gobernador de Tamaulipas aplicara una ley en contra de los texanos que visitaran México o transitaran por Tamaulipas, no les corresponde a los gobiernos estatales de acuerdo a nuestra Constitución, todo lo relacionado con política exterior”, afirmó en Palacio Nacional.
Asimismo, afirmó que el gobierno federal de Estados Unidos está en contra de la ley y advirtió que su administración “no se quedará con los brazos cruzados”, adelantando que no aceptarán las deportaciones y se emitirá una respuesta más desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
“El gobierno federal de Estados Unidos está en contra de esta decisión y no queremos adelantar lo que podríamos hacer en caso de que quieran en Texas, el gobernador y todos estos antimigrantes, antimexicanos, hacer si pretendieran deportar, por ejemplo, que no les corresponde, nosotros no aceptaríamos deportaciones, de una vez lo adelanto, del gobierno de Texas y no nos vamos a quedar con los brazos cruzados, esa es la respuesta pero con más conocimiento del derecho internacional, con más diplomacia, va a haber una respuesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores”, dijo en La Mañanera.
Ayer, la SRE también reprobó la legislación SB4, aprobada por el Tribunal Supremo de Justicia, al aseverar que la medida “pretende detener el flujo de personas migrantes mediante su criminalización, fomentando la separación de familias, discriminación y perfilamiento racial, que atentan contra los derechos humanos de la comunidad migrante”.
“Como se ha expresado desde que dicha medida fue discutida en el seno legislativo de Texas el año pasado, México rechaza tajantemente cualquier medida que permita a las autoridades estatales o locales ejercer labores de control migratorio, detener y retornar a personas nacionales o extranjeras a territorio mexicano”, se lee en un comunicado.
La ley, una de las medidas antiinmigrantes más drásticas en la historia de Estados Unidos, convierte en delito menor el que un extranjero “ingrese o intente ingresar al estado desde una nación extranjera” de forma irregular y se convierte en un crimen grave, punible hasta con 20 años de prisión, si el infractor es reincidente.