Estos son los lugares en la CDMX donde podrás “cargarte de energía” en el equinoccio de primavera

Aunque el lugar más habitual es en las pirámides de Teotihuacán, existen otros centros culturales donde se puede recibir este evento

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Fenomeno astronómico que marca el
Fenomeno astronómico que marca el inicio de la primavera. FOTO: MARTIN ZETINA/CUARTOSCURO.COM

El final del invierno se ve marcado con el equinoccio de primavera, evento astronómico en donde el sol se alinea directamente sobre el Ecuador de planeta, lo que genera un equilibrio entre el día y la noche.

Durante este día, las personas acostumbran a acudir a diferentes zonas arqueológicas o centros culturales para recibir la energía solar y “cargarse” de esta nueva energía que genera el equinoccio, entre los rituales modernos significa una oportunidad de renovarse personalmente.

Será el miércoles 20 de marzo a las 15:07 horas (Centro de la Ciudad de México) cuando ocurra el equinoccio de primavera, donde existe un número igual de horas de luz y de noche, de acuerdo con el Observatorio Astronómico Nacional, adscrito al Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Es por ello que, diferentes personas realizan una serie de rituales espirituales y religiosos para aprovechar el esplendor del sol y “cargarse de energía”.

Existen diferentes zonas arqueológicas en
Existen diferentes zonas arqueológicas en donde se puede recibir el equinoccio de primavera en la CDMX (INAH)

Aunque es habitual que tanto turistas nacionales como internacionales acudan a las pirámides de Teotihuacán para recibir la primavera, por la posibilidad de subir a la pirámide del sol, dentro de la Ciudad de México existen lugares a donde se puede acudir para presenciar este fenómeno.

¿Dónde se puede ver el equinoccio de primavera en CDMX?

Si no puedes salir de la Ciudad de México para recibir el equinoccio de primavera, existen algunas zonas arqueológicas y centros ceremoniales dentro de la capital del país en donde se puede recibir el inicio de la primavera.

El más conocido y habitual para los residentes de la CDMX es el Templo Mayor, a un costado del Museo del Templo Mayor suele haber una serie de rituales con copal, bailes y ceremonias que honran al sol y el equinoccio de primavera, por lo que es una buena opción para recibir la energía de este evento astronómico.

La zona de Cuicuilco es
La zona de Cuicuilco es un buen lugar para recibir el equinoccio de primavera (Foto: lugares.inah.gob.mx)

Además se encuentra muy cercana a la plancha del Zócalo Capitalino, en donde también se llevan a cabo una serie de bailes y ceremonias para recibir el equinoccio.

Sin embargo, no es el único, otro de los puntos con gran carga religiosa para los chilangos es el Cerro de la Estrella, en donde se lleva a cabo la representación de la Semana Santa en Iztapalapa.

Estos son los lugares donde puedes recibir el equinoccio de primavera en la CDMX:

  • Templo Mayor, Centro Histórico CDMX, Cuauhtémoc
  • Parque Nacional Cerro de la Estrella, Iztapalapa cercano a la Calzada Estrella, muy cerca al cruce de la Calzada Ermita Iztapalapa y la Av. Javier Rojo Goméz
  • Zona Arqueológica de Cuicuilco, alcaldía Tlalpan, Av. Insurgentes Sur s/n
  • Zona Arqueológica de Tlatelolco, Eje Central Lázaro Cárdenas esquina Flores Magón, alcaldía Tlatelolco
  • Islas Ciudad Universitaria, alcaldía Coyoacán
  • Espacio Escultórico de la UNAM, ubicado en el Centro Universitario de Teatro, Mario de La Cueva, Universitaria, Coyoacán.

¿Qué es un equinoccio?

Este fenómeno, conocido como equinoccio,
Este fenómeno, conocido como equinoccio, se presenta dos veces al año: en primavera y otoño (GIF: Jovani Pérez/Infobae México)

De acuerdo con la UNAM, un equinoccio ocurre cuando la Tierra se encuentra a una distancia del sol alineada con el Ecuador, efecto que permite una igualdad de horas de día y noche. Este fenómeno, conocido como equinoccio, se presenta dos veces al año: en primavera y otoño.

Durante el equinoccio de primavera, el planeta se localiza en una posición más alejada del sol; pero, debido a su inclinación axial se percibe una mayor cantidad de luz solar, es decir que los atardeceres se prolongan más y, en apariencia, la noche dura menos.

Desde el equinoccio de primavera, la duración de la noche comienza a disminuir gradualmente, dando lugar a días más largos y luminosos. Este proceso se invierte con la llegada del equinoccio de otoño, cuando las noches se alargan hasta llegar a su punto máximo durante el solsticio de invierno.

Cuando recién entra el equinoccio, la Tierra tiene un mismo número de horas de obscuridad así como de luz.

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