El segundo día del Vive Latino 2024, celebrado el domingo 17 de marzo, por primera vez en el icónico Autódromo Hermanos Rodríguez, se convirtió en un escaparate de diversidad sonora y energía inigualable, consolidando la jornada como un hito en la historia del festival.
Las bandas y artistas que se dieron cita este día, para cerrar la edición número 24 del festival, demostraron el poder unificador de la música, abarcando desde el rock hasta géneros más experimentales.
Bandas, solistas y mucha nostalgia
The Warning, con su vigoroso rock liderado por las hermanas Villarreal, inauguró la tarde con potentes riffs de guitarra y una energía que capturó a la audiencia desde el primer momento. Demostraron ser no sólo promesas sino realidades firmes en la escena rockera tanto mexicana como global.
José Madero, por su parte, hizo recordar a todos los asistentes su pasado dosmilero conectando a través de sus grandes clásicos como “Narcisista por excelencia”. El ex vocalista de Pxndx demostró su valía como solista con un set que abarcó los puntos más altos de su repertorio.
“Me siento muy contento de estar aquí después de 16 años de haber estado por última vez en el Vive Latino”, dijo Madero emocionando a todos sus fans más fieles.
Pero la parte más nostálgica del festival estuvo a cargo de Hombres G. La legendaria banda española llenó de júbilo al público con sus clásicos del pop-rock, generando uno de los sing-alongs más emotivos del festival. Su experiencia y carisma sobre el escenario no dejaron dudas sobre su estatus icónico en el mundo de la música en español.
Maná, se presentó por primera vez en el Vive Latino con un lleno total. La banda mexicana por excelencia del rock en español, entregó un espectáculo lleno de energía, hits clásicos y un mensaje de unidad y de reflexión sobre el cuidado del planeta.
“Le hemos dado en la madre a nuestro planeta... Deberíamos dejarlo limpio para nuestros chavos, algunos vamos de salida, pero ustedes deben despertar, deben estar contra empresarios y políticos corruptos... Cuidar selvas, ríos, le están dando en la madre....”, dijo Fher de Maná.
Por otro lado, los embajadores del rock alternativo argentino, Babasónicos, presentaron un show cargado de psicodelia, letras ingeniosas y un estilo inconfundible que subraya su longevidad y constante reinvención en el escenario musical.
Desde la escena internacional Poolside ofreció un ambiente distinto, llenando de ritmos chill-out y nu-disco, perfecto para aquellos que buscaban escuchar algo diferente en el festival. Su actuación en la carpa Little Caesars fue un refrescante interludio que impuso una vibra más relajada y bailable.
El Instituto Mexicano del Sonido propuso una experiencia sonora electrizante y sumamente divertida, donde los beats electrónicos se fusionaron con elementos de la música tradicional mexicana. Desde “víboras de la mar” masivas, hasta grandes bailes, la banda sin duda fue uno de los grandes actos.
Los corridos tumbados y el rock internacional llegan al festival
Desde la escena regional mexicana, Junior H emergió con un set que desbordó la frescura tan popular de los corridos tumbados. Con su estilo distintivo y sus letras depresivas, enmarcadas en su marca personal llamada Sad Boyz, el joven artista capturó la atención de una audiencia diversa, demostrando la expansividad y la riqueza de la música regional mexicana contemporánea.
“Es la primera vez que estamos en el Vive Latino… antes este festival era exclusivamente para rock, pero aquí estamos representando”, dijo el guanajuatense.
El cierre de esta monumental jornada estuvo a cargo de Kings of Leon, la banda principal que, con su potente mezcla de rock alternativo y sonidos sureños, hipnotizó a los asistentes.
A pesar de una falla de algunos minutos en las pantallas, los hermanos Followill entregaron no sólo un repaso por sus grandes éxitos, sino una conexión emocional que hizo temblar al escenario más grande del festival. Su actuación, llena de momentos épicos y un ambiente de comunión con el público, selló con broche de oro el segundo día del evento masivo.
El Vive Latino 2024 reafirmó su relevancia como un festival que celebra la diversidad, la innovación y la tradición musical, donde figuras consolidadas como Maná, clásicos como Hombres G y propuestas emergentes como Junior H se encontraron en un mismo lugar.