“Ayer estuvimos todo el día pecho tierra, llorando con nuestros niños”, dice la voz de una madre de Guerrero que clama por ayuda de la gobernadora Evelyn Salgado para que se ponga fin a los bombardeos que La Familia Michoacana ha efectuado contra comunidades del estado.
Se trata de pobladores de la comunidad El Porvenir, en el municipio de Tecpan de Galeana, Guerrero, donde en las últimas horas se reportaron ataques con drones artillados a escuelas, iglesias y hogares de inocentes, donde habitan madres, niños y niñas ajenas a la guerra que se disputa en las regiones de Tierra Caliente, Costa Chica, Sierra y en casi todo el estado.
“Aquí no hay delincuentes, no hay secuestradores, no hay nada; aquí hay pura gente que trabaja, que quiere prosperar y esa gente (La Familia Michoacana) tiene tiempo amenazándonos, mandándonos gente en bolsas y costales”, señaló un habitante de El Porvenir.
Frente a una de las escuelas atacadas con los drones, los habitantes señalaron a los hermanos Johnny y José Alfredo Hurtado Olascoaga, alías “El Pez” y “El Fresa, líderes de La Familia Michoacana como los principales responsables de la violencia contra inocentes de la región.
Por ello, le pidieron a la gobernadora Evelyn Salgado que los atienda y que “no sea cómplice de la corrupción y de la desgracia” del pueblo de Tecpan de Galeana.
Tres días de ataques de La Familia Michoacana
Entre los videos que compartieron los pobladores de El Porvenir, se aprecian imágenes de una familia escondida en el baño de su casa: padre, madre e hijos lloran mientras afuera se escuchan disparos y detonaciones de los explosivos que dejan caer desde las alturas. Afirman que los ataques comenzaron el jueves y no se han detenido.
“Qué hemos hecho nosotros para que nos bombardeen (...) No sabemos que quiere esa gente, no queremos a La Familia Michoacana, que se vaya y que el Gobierno venga a hacer su trabajo”.
Los pobladores indicaron que una de las primeras bombas cayó en la escuela pública cuando los niños estaban en clases: los maestros los resguardaron pero después se fueron. Ahora tampoco hay clases ante el temor de que los ataques continúen.
“Vea a la gente que tengo aquí enfrente, son los que están huyendo del pueblo. Vea usted (...) Tenemos la necesidad de que alguien nos escuche, alguien que tenga interés de mover algo que sea bueno para nosotros y para nuestros niños”.
Conviene redorar que el contexto violento que se vive en la Costa Grande de Guerrero se debe principalmente al enfrentamiento entre La Familia Michoacana y Los Tlacos: la guerra se ha extendido desde varios meses atrás con bombardeos en municipios como Heliodoro Castillo y masacres como la ocurrida a principios de año en la comunidad de Buenavista de Los Hurtados.