Nuestro organismo produce muchas otras hormonas que afectan a nuestras emociones, por ejemplo, las de la felicidad o las relacionadas con la química del amor.
La adrenalina tiene una razón de ser en nuestro cuerpo, es la que nos pone en “modo alerta”, la que habilita nuestro “sentido arácnido”; “nos pone a las vivas”.
Origen
La adrenalina, también llamada epinefrina, es una hormona y un neurotransmisor que segrega el cuerpo de manera natural a través de las glándulas suprarrenales, localizadas en la parte superior de los riñones.
Se produce en situaciones de alarma, estrés, miedo, peligro o excitación, su liberación, ayuda al cuerpo a enfrentarse a este tipo de eventos.
Sus efectos
Corazón. Estimula la contractilidad, y por tanto, aumenta la frecuencia cardiaca, además, de aumentar la presión arterial. Al actuar también sobre los vasos sanguíneos, contribuye a aumentar la presión arterial, fundamental para revertir los efectos de los estados de shock.
Pulmones. Produce broncodilatación, y tiene a su vez, un efecto descongestionante en la mucosa de las vías respiratorias, esencial para abrir la vía aérea, que puede encontrarse comprometida en el caso de crisis asmática o anafilaxia grave.
Cuándo se usa
- Se usa cuando una persona presenta una reacción alérgica aguda y grave, ya sea por alimentos, medicamentos, látex, picaduras de abejas o avispas, o por respirar alérgenos ambientales en gran concentración.
- En casos de crisis agudas y graves de personas con asma desencadenadas por aire frío, ejercicio, humo, etc, aunque no tengan ninguna alergia.
Sabías que... La adrenalina puede ser sintetizada en un laboratorio para utilizarla como medicamento en diferentes situaciones como la parada cardiorrespiratoria, así como reacciones asmáticas y alérgicas graves y anafilaxia, ya que pueden llegar a provocar la muerte.
¡Peligro!
Expertos de la UNAM, han señalados que los picos constantes de adrenalina pueden generar daños irreversibles en nuestra salud, como:
- Hipertensión.
- Estrés crónico.
- Ansiedad.
- Insomnio.
- Taquicardias.
- Cefaleas.
Problemas con la hormona
Exceso. Aunque la adrenalina nos protege en situaciones de peligro, un exceso de esta hormona puede verse convertida en estrés crónico. Sin embargo, antes de llegar a este punto, nuestro cuerpo ya nos va a indicar que estamos superando la cantidad recomendada de esta hormona. Las consecuencias más comunes son tres: dolor de cabeza, aumento de la temperatura corporal y ansiedad.
Adicción. Muchas personas sienten la necesidad de recurrir constantemente a actividades de alto riesgo. Esto se debe a un trastorno conocido como el Síndrome de Pontius. Esta falta de conciencia del peligro es consecuencia de una sobreproducción constante.